1. CALL-BOY


    Fecha: 29/01/2019, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... de todo tipo y edad (muchas bastante mayores que yo) no me provocaba malos rollos y en ocasiones una cierta repulsión o rechazo hacia ellas. No, la verdad es que no, quizás porque la mayoría de las mujeres han repetido muchas veces conmigo y me he acostumbrado y hasta tengo una cierta relación de amistad o por lo menos confianza, la que da el verse a menudo desnudos y conocer la intimidad sexual de cada uno. Nunca he tenido sexo con nadie que me haya provocado rechazo o mejor dicho, no he tenido que obligarme de manera especial a follar con ninguna de la mujeres con las que lo he hecho y lo sigo haciendo, ni tampoco con los hombres.
    
    Esta misma pregunta me la planteó E. hace ya un tiempo. Es una simpática y guapa señora de unos cincuenta años que tiene afectadas las piernas por una grave enfermedad infantil, por lo que tiene un alto grado de minusvalía, se mueve dificultosamente con muletas y, según ella, su aspecto físico provoca rechazo a los hombres, incluso cuando ha pagado por tener sexo. Sólo puedo decir que siempre que ha requerido mis servicios lo he hecho con ganas y sin mayor problema que tener que buscar posturas cómodas para ella en las que pudiéramos hacer aquello que le apetece o gusta, casi siempre penetrar su coño desde atrás, estando cómodamente tumbada bocabajo sobre unos grandes cojines. Sus corridas largas y sentidas se puede decir que han sido motivo extra de satisfacción para mí, en definitiva, igual que con cualquier otra cliente.
    
    Un buen número ...
    ... de clientes que han solicitado mis servicios a lo largo de los años son mujeres que rondan, por encima y por abajo, los cuarenta años, profesionales liberales de éxito, independientes económicamente, de paso por Madrid y necesitadas de relax tras un estresante día de trabajo en competencia directa con otras mujeres en igual situación y con hombres que suelen ser sus jefes inmediatos. Es normal que queden una vez conmigo y se acabó, la vez siguiente llaman a otro call-boy, casi siempre recomendado por el personal del hotel. Casi nunca he visitado hoteles, no me ha hecho falta, pero durante muchos años iba los martes de la primera y última semana del mes, por la noche después de las diez, a un conocido hotel cercano al Santiago Bernabéu en donde se aloja A., directiva de una gran empresa editorial de Barcelona que me espera completamente desnuda (es una mujer alta y grandona con unas curvas de tamaño impresionante que se tiñe el pelo a menudo, así que ya le he conocido de rubia, de morena, pelirroja, pelo castaño, mechas rojizas, hebras grises, … su vello púbico es castaño oscuro) y según entro en la habitación empieza a insultarme dándome el nombre de aquellos de sus jefes y compañeros con los que está dolida y cabreada (hola cabrón de mierda, a que esperas para desnudarte o es que te da vergüenza enseñar esa polla pequeña y blanda de maricón que tiene el agujero del culo más grande que un neumático). Se excita de esta manera durante varios minutos sin ni siquiera tocarnos, ...