1. Ella sabe todo de mi (Parte 2)


    Fecha: 30/01/2019, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mientras miraba mi laptop, un reportaje de una noticia donde reseñaban un proyecto en internet que trataba sobre Literatura y Erotismo, Hysterical Literature. Consistía en grabar a 12 mujeres, en sesiones individuales, sentadas en una mesa mientras leían un pasaje de un libro seleccionado por ellas mismas. El juego estaba en que la cámara únicamente grababa de la tabla de la mesa hacia arriba, enfocando a la chica leyendo, pero de pronto un personaje misterioso aparecía debajo de la mesa y comenzaba a darles placer con un vibrador. La chica estaba totalmente desnuda de la cintura para abajo, pero nada de esto se mostraba. Solo importaba su lucha tratando de mantener la compostura para seguir leyendo, mientras las pulsaciones del vibrador Hitachi iban en aumento dándole mayor placer a su clítoris. El proyecto trataba de mostrar que, entre el intelecto y el deseo, éste último siempre ganaba. Comencé a reproducir dichas sesiones, y era evidente cómo cada chica comenzaba diciendo su nombre y el nombre del libro que iba a empezar a leer, pero a medida que avanzaban en la lectura, la excitación iba aumentando, provocando en ella cosquillas, risas, suspiros, y pausas en su lectura. Progresivamente, unos minutos después, eran más las pausas que los fragmentos leídos, intercambiado sus palabras por gemidos incontrolables. Finalmente, la chica se rendía a su carne, soltaba el libro y se entregaba al placer de aquella bella masturbación, hasta que llegaba al orgasmo y al placer ...
    ... máximo. Ella misma decidía cuándo finalizaba la sesión.
    
    Confieso que esa noche puse a reproducir las 12 sesiones, algunas más de una vez, unas me excitaron más que otras, pero era un hecho que llegado cierto punto estaba más mojada que nunca en mi vida. Como estaba sola en casa, pude poner el volumen a mi gusto, y me encanta oír a esas mujeres gemir de placer como debe ser. Era increíble el momento en que se abandonaban a lo que estaban sintiendo, eliminando cualquier pudor. Duré varias horas allí, intentando sostener mi deseo para no llegar al orgasmo tan pronto. Llegué a masturbarme mientras veía las sesiones, ya que algunas chicas estaban realmente sensuales, y sus gemidos de placer eran demasiado para mí. Deseé tener el Hitachi conmigo.
    
    A eso de las 2AM, después de haber llegado al orgasmo un par de veces, mi teléfono comenzó a vibrar. Miré quién era y resultó que era Elia quien me llamaba. Me pareció muy extraño ya que la hacía bailando con toda la discoteca y matando a muchos de placer. Aun así, decidí contestarle.
    
    - Hola, Leia. ¿Estás bien despierta? -. Su voz sonaba relajada y risueña, ya estaba ebria. Al fondo se escuchaba la música, pero se notaba que se había salido del antro un momento.
    
    - Sí, Elia, estoy despierta, aún no me he dormido. ¿Por qué me llamas a estas horas? Creí que estabas pasándola de maravilla con tus amigas.
    
    - ¿Qué haces despierta aún? – Suspiró con evidente sensualidad - ¿Acaso estabas pensando en mí? -. Su pregunta me hizo ponerme ...
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