Ella sabe todo de mi (Parte 2)
Fecha: 30/01/2019,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... nerviosa por un momento, pero tenía que mantener la compostura.
- No entiendo para qué me llamas si tanto te estás divirtiendo -. Dije evidentemente con celos encarnados.
- Vamos amiga, es que te extraño. Estaba bailando con una chica y de repente me descubrí deseando que fueras tú – Hizo una pausa pensado bien sus siguientes palabras – En serio nada se siente del todo bien sin ti. Creo que no diría esto si no estuviera ebria, pero me gustas. Siempre me has gustado. Me traes mal desde hace tiempo.
No supe qué decir. No sabía si todo esto se trataba del alcohol y su calentura del momento, o era realmente verdad. Su voz llena de deseo me impactó. Sabía que era así con otras personas, pero jamás conmigo.
- Elia, no sabes lo que dices, estás ebria. Si deseas vienes el otro fin de semana a mi casa como habíamos acordado y lo hablamos.
- Leia, no seas así. Ven a recogerme al bar, deseo verte.
- No puedo, mis padres llegarán en cualquier momento y se morirían si no estoy en casa sin avisarles nada.
- Leia – dijo suspirando en deseo – te necesito.
- Termina de pasarla bien con tus amigas, Elia. Hablamos luego.
Colgué el teléfono sin pensarlo dos veces y me recosté en la cama sin saber bien qué pensar. Era mi mejor amiga en el teléfono diciéndome que deseaba verme. Que yo le gustaba. Había fantaseado con ello innumerables veces, pero no creí que realmente sucediera.
Esa madrugada me di placer con mi nuevo vibrador como nunca antes. Elia también me ...
... traía mal, y no podía evitar imaginarla tocándome. Si mis padres no hubieran llegado esa noche, hubiera ido en el auto hasta el maldito antro a recogerla y me la hubiera follado allí mismo.
No tuve noticias de Elia hasta la mañana siguiente, cuando me llamó para decirme que había llegado bien a casa y que aceptaba mi propuesta de vernos el fin de semana. Colgó sin hacer más comentarios sobre nuestra conversación de madrugada.
Toda aquella semana, desde el domingo hasta el viernes siguiente, no vi a Elia ni una sola vez, pero cada día se encargó de publicar en sus redes sociales las fotos más provocadoras, y yo estaba tan excitada por ella que me masturbé cada día mirando sus fotos.
Por fin llegó el fin de semana, y como de costumbre le avisé a mis padres que Elia vendía a quedarse. Para ellos era algo normal, después de todo nada había pasado entre nosotras. Ellos se irían de la ciudad a un viaje de negocios, así que tenía la casa para mi sola.
Mis padres se fueron el viernes en la mañana, y yo aproveché para nadar en la piscina completamente desnuda, imaginando que alguien llegaba en cualquier momento y me follaba allí mismo. Para ser virgen, me sorprendía lo a menudo que me encontraba a mí misma teniendo fantasías de cómo sería mi primera vez, y quería que fuera buena. Definitivamente a mis 20 años había despertado un verano en mi misma que no podía controlar, todo gracias a la masturbación.
Debo aclarar que hasta el momento siempre había pensado que era ...