Megan - la otra familia de papá 06
Fecha: 08/09/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos
... me besara, con movimientos de lengua bruscos y ansiosos, los mismos que fueron correspondidos, adaptándome a esa forma vulgar y corriente como quería que lo besara, con la que lograba que un poco de saliva saliera por la comisura de mis labios, haciéndome sentir tan deseada que mis movimientos de cadera se hicieron mucho más intensos, que mis gemidos se dispersaron seguramente más allá de los límites de nuestra habitación, dejándome llevar, permitiéndome disfrutar al máximo de la fuerza, la energía y la lujuria que mi hombre demostraba al cogerme de esa manera tan salvaje que me hizo perder la razón cuando ese macho me hizo explotar en un enloquecedor orgasmo, expulsando un chorro de agua que provocó que mis piernas se sacudieran, que baño la piel de mi hombre y logró que mi cuerpo entero se conmocionara, que temblara de pies a cabeza mientras enterraba mis uñas en los hombros de mi esposo y gritaba al sentir ese placer tan intenso como creo que nunca antes lo había sentido, como si el hombre que estaba conmigo no fuera mi marido, como si de alguna forma fuera Lalo quien me hacía el amor y no mi esposo, porque antes de esa noche solo mi suegro me había llevado a ese lugar de placer que me hacía sentir como si flotara por encima de las nubes.
Mi cuerpo se aflojó haciéndome sentir una relajación hermosa que se combinó a la perfección con aquellos últimos minutos en los que mi esposo me hizo suya, en los que lo sentí mordiéndome los senos, acariciándolos hasta que se vino ...
... dentro de mi vientre y yo lo abracé por la cintura con mis piernas al mismo tiempo que él dejaba que su cuerpo descasara sobre el mío, permitiéndome disfrutar de la sensación del roce de nuestras pieles humedecidas por el sudor, de la forma como mis senos quedaban aplastados bajo el peso de su pecho.
Besos, caricias, sonrisas mudas, todo eso fue lo que nos dedicamos mientras descansábamos un poco, sabiendo que las cosas volvían a estar bien entre los dos a pesar de entender que aún teníamos una charla pendiente, una que tuvimos que aplazar cuando minutos más tarde sentí como su miembro recuperaba su dureza sin que hubiera abandonado mi cuerpo, inspirando lo que sería una seguidilla de emocionantes y muy intensos encuentros sexuales que continuaron durante una buena parte de la noche, hasta que no pudimos más y, tras un orgasmo compartido, ambos nos quedamos tirados en la cama, respirando con dificultad, mirando al techo, sintiendo el calor y los aromas que se habían acumulado en la habitación.
- Tengo mucha sed, iré por un poco de agua, ¿Quieres que te traiga algo de…? - comenzó a decir, antes de que lo detuviera tirando de su mano cuando trató de levantarse, de que lo besara en los labios y él acariciara uno de mis senos.
- Iré yo, tú descansa, y también veré si dejaron un poco de pizza - lo interrumpí, haciéndolo sonreír, besando sus labios con un pico antes de que me levantara, me pusiera la camiseta que mi hombre se había quitado y saliera de esa forma de la ...