Una semana como juguete sexual - Noche del sábado - Relatos Eróticos

Una semana como juguete sexual - Noche del sábado

... cama cansado, yo no lo vi con muchas más energías, así que le dije con algo de resignación.

-“Habrá más don Oscar?”.

El solo me balbuceo que sin duda, que me daría toda la noche, pero realmente no pude creerle, me puse de pie al lado de la cama y me retire lentamente, apague la luz de su cuarto y me fui a la habitación principal, salí algo confundida del cuarto sin entender que había pasado ni que haría desde ahora, de pronto escuche.

-“Terminaste con el abuelo?”.

Yo levante la mirada y vi a Alex totalmente recuperado mirándome con una gran sonrisa y una notoria excitación, yo solo le asentí con una sonrisa leve, al ver eso el rápidamente tomo mi mano y dijo.

-“Bueno pues ahora si te usare bien, la llevare al cuarto”.

Yo solo le seguí la corriente, me encamino hacia una puerta, abrió la puerta y encendió una pequeña luz, yo entre detrás de él y vi un pequeño cuarto con una litera, la verdad no era muy grande el cuarto, la litera ocupaba casi todo el espacio, Alex se dio la vuelta para verme y con una mirada de seguridad me dijo.

-“Ahora si…serás solo mía, te daré muy duro”.

Note que su actitud volvió a ser desafiante y calenturienta, pero yo ya no le pude creer esa fachada de hombre seguro y semental que quería demostrar, así que decidí seguirle el juego pero aplicándole mi intensidad a ver si podía seguirme el ritmo, lo mire fijamente con sensualidad, me acerque lentamente a él meneando mis caderas y le dije.

-“Que bueno que estamos solitos…tenía ...

... muchas ganas de ti…”.

El me miro sorprendido y titubeando me dijo.

-“En..en serio?”.

Su tono cambio totalmente, el semental ya no existía, nuevamente era el chico tímido y precoz de hace unos minutos, eso me calentó bastante, verlo tan confuso como si no tuviera ninguna idea para iniciar el sexo, así que me acerque más a él, apoye mis tetas sobre su pecho y susurrándole al oído le dije.

-“Claro…mi amor…tengo muchas ganas…de que me folles y me hagas tu mujer…”.

El pobre tembló completamente, su respiración se aceleró, comencé a desvestirlo lentamente, comencé a besar su cuello, lamí su oreja tiernamente y eróticamente, el me abrazo y comenzó a darme caricias, sin ninguna resistencia se entregó al momento, yo me sentí más excitada al poder dominar la situación y sobre todo por poner tan nervioso a un chico joven, la acumulación de excitación en mi cuerpo desde que don Ricardo me estuvo follando era bastante y aun no podía dejarlo salir en un orgasmo, así que sin mediar nada me propuse a darle con todo, hasta hacerlo llegar al orgasmo, le quite la camiseta y le baje el pantalón, quede arrodillada frente a él y como una zorra total, comencé a mamársela intensamente, atrape su pene dentro de mi boca para darle muchos lametones, el pobre no pudo resistir, comenzó a gemir con fuerza, puso sus manos en mi cabeza y comenzó a darme caricias mientras gemía sin reparo, yo comencé a masturbarlo a la vez que se lo chupaba profundamente, para calentarlo más comencé a exagerar ...