Una semana como juguete sexual - Noche del sábado - Relatos Eróticos

Una semana como juguete sexual - Noche del sábado

... tocaron su pelvis yo acomode mis piernas dejándolas al lado de las de el para quedar totalmente sentada sobre su pene, cuando me vi lista para comenzar, puse mis manos sobre su pecho y empecé a moverme muy lentamente, el pene de Alex no era muy grande ni grueso, pero si me dio ricas sensaciones después de todo yo estaba deseosa de tener el tan ansiado orgasmo que me había sido negado desde que don Ricardo me follo en el rio, Alex no pudo contener los gemidos de placer, inconscientemente comenzó a mover sus caderas, yo en algunos momentos me quede quieta para sentir como el mismo metía y sacaba su pene, pero eran movimientos torpes y lentos, sin duda era inexperto así que rápidamente continúe llevando la batuta de la situación, me pose sobre su pecho y comencé a besarle el cuello mientras dejaba que mis gemidos reprimidos y mi respiración inundaran sus sentidos, el me abrazo y continuamos follando suavemente casi como dos jóvenes primerizos.

Alex estaba tan caliente que no pudo dejar de jadear y gemir, yo me quede en silencio escuchando su voz quebrarse en cada respiración, yo aumente el ritmo de mis movimientos sobre Alex, el como si fuera por reflejo comenzó a buscar mis tetas para apretarlas con fuerza, por supuesto yo estaba como loca así que comencé a quejarme me recosté sobre el pecho de Alex, el cual respiraba agitado, pude notar que su corazón estaba a mil, no pude evitar suspirar y gemir “aaa…ufff..mmm…”, comencé a besarlo en los labios apasionadamente, metí mi ...

... lengua en su boca desesperadamente a la vez que aumente mi ritmo al máximo, quería hacerlo sentir un orgasmo delicioso, Alex me abrazo desde la espalda y me aprisionó sobre su pecho, yo lo vi bien y continúe con el vaivén, la respiración de ambos se agito y yo comencé a gemir mucho “aaa…aaa”, Alex me soltó la espalda en un momento y yo aproveche para incorporarme, me apoye con ambas manos sobre su pecho y empecé a cabalgar como loca, a los pocos segundos de eso Alex comenzó a gemir sin reparo y a temblar, luego sus piernas se levantaron un poco y empezó a empujar dentro de mí, entendí que había llegado al orgasmo, yo comencé a reducir mi movimientos suavemente para dejarlo disfrutar en plenitud el correrse en mi conchita, aunque fuera con condón, verlo gemir y retorcerse me puso caliente, me puse feliz por haberle dado tal placer a ese joven, pasaron unos segundos y me quite de encime de Alex, le quite el condón para limpiarle el pene, lo lamí suavemente mientras sentí como su respiración agitada comenzaba a apagarse lentamente, deje su pene sin rastros de esperma y me incorpore a su lado, lo vi totalmente cansado, me dio algo de ternura y aunque no logre correrme me sentí satisfecha por haberle dado tanto placer, así que me encamine devuelta a la habitación principal, cuando salí Arturo aún estaba sentado en la mesa, me miro y me dijo

-“Estas bien?”.

Le sonreí ligeramente y le dije.

-“Si…solo que ya se durmió creo, puedo usar el baño?”.

Arturo me respondió.

-“Si ...