Una semana como juguete sexual - Noche del sábado - Relatos Eróticos

Una semana como juguete sexual - Noche del sábado

... entonces me dijo entre risas.

-“Le diste un buen debut a mi hermano jaja, eres la primera mujer con la que tiene sexo”.

Yo me reí un poco igual pero dejando ver mi sorpresa, le pregunte animosa.

-“Él era virgen?”.

El me respondió rápidamente.

-“Si cumplió 18 hace 2 meses, nunca tuvo novia así que cuando te vimos hace días follando al otro lado del rio, estuvo pegado a la valla esperando que volvieras a aparecer, de hecho él fue el que nos avisó que estabas con el vecino”.

Yo me reí un poco, me pareció muy raro lo que me conto, entendí porque Alex era tan sensible y se vino tan rápido la primera vez que lo toque, Arturo me pregunto con seguridad.

-“Aún queda un poco de tiempo antes de que venga el vecino por ti…quieres que nos sentemos en en el sillón?”.

Mi semblante cambio totalmente, sus palabras claramente tenían un doble sentido que capte enseguida, Arturo poso sus ojos lujuriosos sobre mí, me sentí como un indefenso animal frente a un depredador que esperaba el momento para abalanzarse sobre él, pero a diferencia de una presa común yo sabía que Arturo quería follarme, estaba deseoso por tomar su turno conmigo, yo me comencé a calentar sutilmente, un escalofríos recorrió mi cuerpo, también sentí leves chispazos de placer en mi conchita, lo mire fijamente y le dije…

-“Claro…hagamoslo…”.

Me puse de pie lentamente, me abrigue un poco con la manta y sin mirarlo directamente me acerque a él, Arturo tomo mi mano suavemente, lo mire con nerviosismo ...

... y ansiedad, no sé porque en ese momento mi corazón se puso a mil por hora, algo en Arturo me dejo completamente cautivada como si solo con tocarme la mano me diera una confianza muy grande, me llevo lentamente hasta el sillón más grande, se quedó quieto de pie a un lado, soltó mi mano y me miró fijamente a los ojos, yo le devolví la mirada con curiosidad por ver que haría, tomo suavemente mi bata por los bordes, comenzó a abrirla muy lentamente, sentí casi como si la gravedad fuera la que me estuviera desnudando en ese momento, la subió hasta mis hombros y mientras nos mirábamos fijamente en silencio, soltó la bata permitiendo que se deslizara sin ninguna oposición por todo mi cuerpo dejándome totalmente desnuda frente a él.

La manta quedo en el suelo abrigando la parte trasera de mis pies, nos miramos por unos segundos pero para mí parecían horas, la intensidad con la que Arturo me miro me provoco escalofríos y antes de reaccionar envolvió mi rostro con sus manos y se comenzó a acercar su boca directo a la mía, me sentí tan vulnerable y tímida, como una adolescente que estaba a punto de dar su primer beso, mi corazón se aceleró al máximo, Arturo no vacilo en ningún momento hasta que nuestros labios se juntaron en un beso profundo, el solo contacto me volvió loca de pasión y deseo, envolví mis brazos sobre el cuello de Arturo y el me abrazo por la parte baja de mi espalda, ambos como si hubiéramos pensado lo mismo, comenzamos a mover nuestro labios tierna y suavemente, su ...