Una semana como juguete sexual - Noche del sábado - Relatos Eróticos

Una semana como juguete sexual - Noche del sábado

... pene en mi entrada para volver a meterlo suavemente, debo decir que sentí que llego más adentro que antes seguramente por la posición, continuamos follando así durante varios minutos, mis gemidos se hicieron más intensos debido a que el sentir cada centímetro de movimientos me estaba colocando más y más sensible, comencé a retorcerme mientras colocaba mis manos por debajo de sus brazos abrazando su espalda para que se acerque a mí para sentir su cuerpo caliente rozándose con el mío, volvimos a besarnos con lengua y luego de unos minutos de estar en ese sexo tan nuevo y delicioso para mi Arturo me dijo.

-“Eres perfecta…”.

Luego de decirme eso yo me quede algo sorprendida pero antes de poder decirle nada él se quitó de encima mío, pensé que quizá estaba por correrse y por eso se había detenido, me junto las piernas y me puso mirando de lado hacia la pared, yo no proteste mucho pero si me pareció raro tanto movimiento, es se colocó detrás de mí como en cucharita y me susurro al oído.

-“Pon lo en tu entrada…”.

Su tono y el susurro me dieron escalofríos de placer, sin chistar tome su pene y lo lleve directo a mi conchita que ansiaba volver a consumir ese pene, apenas lo puse en mi entrada Arturo paso su mano izquierda por mi cuello, cerro su brazo y me agarro la teta derecha, la apretó con suavidad y comenzó a penetrarme otra vez, yo me estremecí “aaa…mmm…que rico…”, sus movimientos fueron delicados y cuidadosos como si estuviera realizando un trabajo de artesanía, ...

... su pene se deslizo por mi conchita con total libertad estimulando sus paredes en cada movimiento, la forma lenta y simple de follar de Arturo me dejo totalmente encantada eso sumado a las caricias sobre mi teta derecha, jugo con mi pezón suavemente a placer, yo mantuve mis ojos cerrados en todo momento para centrarme solamente en las sensaciones que recorrieron mi cuerpo en ese momento, luego de unos minutos de estar follando, casi sin darme cuenta comencé a mover mis caderas lentamente al ritmo de las estocadas acompañando el movimiento como si de un baile se tratase, mi cuerpo respondió instintivamente a la follada y eso sin duda calentó a Arturo porque poco a poco comenzó a aumentar su ritmo haciéndolo más rápido y también con más fuerza, tanta fuerza que pude escuchar como la litera temblaba, entendí que Arturo estaba dándolo todo en ese momento así que para darle a entender que yo también lo estaba dando todo continúe siguiéndole el ritmo hasta el final, lo disfrutamos de sobre manera ya no me importo esconder los orgasmos, el calor de nuestros cuerpos juntos bajo las sabanas mezclados con los movimientos me provocaron gemidos intensos “aaa…aaaa…mmm…aaa…”, estuvimos follando asi unos minutos hasta que sin previo aviso Arturo dejo de jugar con mi teta derecha, subio su brazo hasta mi cuello y antes de que yo pudiera hacer algo él me apretó con fuerza contra el dejándome sin aire, yo me asusté mucho pero el rápidamente sin dejarme de apretarme quito algo de fuerza para ...