1. Una herencia inesperada I


    Fecha: 13/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos

    ... siento fatal. – dijo resoplando Esther – No llego a comprender que podáis estar diciendo estas cosas.
    
    -¿Te estas poniendo fatal o te estas poniendo cachonda? – volvió a reírse Ana – Si te estas hasta mordiendo levemente el labio. Seguro que tienes ahora mismo el chichi húmedo.
    
    -Que me parezca bien o mal no quiere decir que sea insensible. – dijo Esther poniéndose colorada como un tomate – Además a mí se me pone húmedo enseguida.
    
    -Eso es que te falta marcha. – volvió Ana a la carga - ¿De verdad no has estado con ningún muchacho con lo guapa y lo buena que estas?
    
    -Es que a mí para llegar a tener una relación debo de sentir algo más que deseo animal. – se sinceró Esther – He salido con varios muchachos y algunos me llevaron al límite del deseo, pero cuando me empezaban besuquear, a manosear o intentaban bajarme las bragas todo acababa.
    
    -Y luego cuando llegabas a casa te desahogabas como Mel con sus bocetos. – empezó a reírse Ana – Vaya par de pajilleros que tengo por hermanos.
    
    Habían llegado a la casa y se dedicaron a colocar la compra dejando de lado la conversación hasta que lo dejaron todo colocado. Fue Ana la que con un refresco en la mano dijo:
    
    -Coño parece que no, pero hemos sudado como burras, por lo menos yo. A ver si vienen mama y Yoli y traen alguna ropa para cambiarme pues estoy chorreando, y además con la conversación de antes tengo mojadas hasta las bragas.
    
    -Pues dúchate. – dijo Mel – He visto que en los armarios de los baños además de ...
    ... toallas hay batas de baño. Ya te vestirás cuando vengan.
    
    -Pues yo también voy a ducharme. – dijo Esther – Luego me tomare yo una cerveza y picare algo que tengo hambre.
    
    Así lo hicieron y tanto Esther como Ana se fueron a sus respectivos dormitorios. Mel tras dudar un momento las imito y fue también a darse una ducha. Poco después, se reunían los tres en la cocina, todos estaban duchados y embutidos en unas batas de tela de toalla realmente llamativas, Esther una naranja con dibujos de animales, gatos, perros, conejos, etc. Ana una amarilla con soles, planetas y lunas y Mel una roja con dibujos de aparatos de diferentes deportes, pesas, jabalinas, discos, pértigas, etc.
    
    Cuando vieron Ana y Esther llegar a Mel de esa guisa rompieron a reír alegremente y la primera comento:
    
    -Nuestro padre lo tenía todo planificado, a Esther una con bichitos ya que es una amante de los animales, a mí una con motivos del cielo ya que soy una fanática de la astrología, pero con Mel se equivocó, tenía que haberle dejado una bata con dibujos de cómics de tías en bolas.
    
    -Bueno, vamos a comer algo, - continuo Ana – me ha llamado mama y me ha dicho que vendrán para la noche, que están haciendo ella y Yoli unas gestiones.
    
    -Espera, espera. – la interrumpió Esther – Me acaba de llamar Julia y dice que ya viene de camino y que trae unas pizzas para comer. Estará aquí en diez o quince minutos.
    
    -Entonces traerá ropa para que te cambies. – dijo Ana – Me dejas alguna cosa tuya y así también podre ...