1. Una herencia inesperada I


    Fecha: 13/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos

    ... cuenta que Mel es un alma cándida. Creo que debe ser virgen ya que solo se dedica a lo que papa le inculco, deporte, deporte, deporte ….
    
    Sin decir nada Mel dio media vuelta aparentemente avergonzado y salió de la habitación sin decir nada. Entonces Mary dijo:
    
    -Vamos a ver niñas ¿No podéis controlar vuestros comentarios? Es posible que vosotras, y supongo que, desde hace tiempo, hayáis sido conscientes de lo que había entre Julia y yo, pero Mel no. Habéis sido muy bruscas con él y tenéis que tener en cuenta que de momento va a vivir con nosotras pues van a cerrar el C.A.R. por la pandemia de los cojones, igual que la Universidad, y posiblemente tendremos que estar aquí todos encerradas, y no sé por cuánto tiempo.
    
    -Joder, ahora va a ser también culpa nuestra que se haya empalmado. – dijo jocosamente Yoli – El poco tacto ha sido, o más bien fue del capullo de nuestro padre. A quien se le ocurre poner fotos de tamaño natural de sus hermanas con las tetas al aire en el cabecero de las camas, y a su madre y a su amante en pelota picada metiéndose mano. De todas maneras, yo ya me había dado cuenta de su calentura cuando entramos en la primera habitación, la de Esther, él se quedó mirando la foto y luego miro a la niña comiéndosela con la mirada.
    
    -Es que hay que reconocer que Esther esta buenísima. – dijo riendo Ana - ¿No me dirás que a ti con tus tendencias no te gusta?
    
    -Pues supongo que lo mismo que a ti a Mary y a Julia, - contesto sonriendo Yoli – hay que ...
    ... reconocer que la niña es la más guapa de todas con permiso de su madre, pero a pesar de mis gustos, es mi hermanastra.
    
    -¿Y eso te va a importar a ti? – volvió a reírse Ana – No me hagas reír. Todas sabemos hasta donde puedes llegar, bueno todas menos Esther, que no sé porque la tienes un respeto especial.
    
    -¿Qué quieres decir? – pregunto abriendo desmesuradamente sus preciosos ojos verdes Esther – No me dirás que ….
    
    -Si hija, si, en algún momento se ha insinuado a tu madre, a la mía y también a mi – sonrió Ana de forma sensual – Yoli no tiene freno, pero es que según ella “lo come como nadie”. ¿Verdad Julia?
    
    -Eres demasiado brusca Ana, - dijo sonrojándose Julia – Estas cosas tan intimas no se pueden decir de sopetón. Además, Esther es aún muy joven y mucho más cándida que tú y Yoli, incluso puede que aún más que Miguel.
    
    -Pues ahora que vamos a estar encerradas todas juntas, - dijo Mary con cara de preocupación – y no sabemos por cuanto tiempo, vamos a tener que controlarnos, por lo menos verbalmente. E incidiendo sobre el tema del estado de alarma, que parece que vamos a tener en unos días, quiero que quede claro que no vamos a salir de la casa si no es totalmente imprescindible, por lo que iremos a por la ropa que necesitemos y nos instalaremos aquí desde hoy mismo antes de que restrinjan la movilidad. Mel tiene parte de sus cosas en su coche pues como he dicho antes su centro va a ser clausurado por el momento y a él le vendrá muy bien el gimnasio de esta casa. ...
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