La pequeña Danna y el Sr. de la tienda
Fecha: 14/09/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Hetero
Sexo con Maduras
Autor: Ramsesmx, Fuente: SexoSinTabues30
... volviendo loco a un hombre de 60 años.
(Danna )… Ya llegue don Celso. ¿Qué voy a limpiar hoy?
(Don Celso )… ¿Qué te había dicho acerca de lo de Don? Y no me vas a hablar con cariño mi princesa hermosa.
(Danna )… Es cierto,ja, ja, ja, hola PAPITO
(Don Celso )… Así está mejor. Hoy vas a acomodar unas cosas en la bodega.
(Danna)… Se me olvidó decirte papito, que ya estoy de vacaciones y hoy me voy a quedar más tiempo. ¿Si puedo verdad?
Eso le alegró el día al señor Celso, el escuchar que ahora sí tenía más tiempo para tratar de dar un paso más con la chiquilla y no sólo él día le alegró, sino también su miembro se endureció repentinamente. El hombre le ofreció a Danna un sándwich y se sentaron a almorzar, pero el don muy astuto derramó el refresco sobre la falda de la niña, lo que provocó que el líquido escurriera y mojara las braguitas de la pequeña.
Al ver eso Celso se emocionó y se calentó tanto que su verga se pusiera más rígida y comenzó a emanar fluidos corporales.
(Danna )… ¿Ahora que voy a hacer papito? Moje mi ropa.
(Don Celso )… Yo creo que mejor la lavamos y la ponemos a secar.
(Danna )… No, porque me quedaría sin nada, ¡mejor no!
(Don Celso )… Tengo una idea, para que te quedes con tu falda, solo lavamos tus bragas, pues sino lo haces tu mamá se dará cuenta. Me doy vuelta, te las quitas y las lavamos.
La pequeña obedeció y le entregó sus calzones al hombre para que los lavara. De esa forma la pequeña caminaba, subía y bajaba ...
... escalones y por supuesto que don Celso no se perdía ni un segundo ese espectáculo. El señor le decía a la pequeña que la quería como a una hija y que él deseaba cargarla como a un bebé.
Pero debido a la gran clientela que tenía en su tienda, no podía pasar mucho tiempo observando a la chiquilla y cada que terminaba una venta se dirigía hacía la bodega donde se encontraba Danna.
El reloj marcaba las 3 de la tarde, hora que el negocio se cerraba para que pudiera comer tranquilo.
(Don Celso )… A ver hermosa princesa, ven que quiero cargarte.
La pequeña se acercó a él y extendió sus brazos. Don Celso la cargó y ambos quedaron frente a frente. Pero astuto el señor de la tienda, soltaba a la niña para que ella se abrazara y se aferrara a él para no caer, ahí es donde este hombre empezaba a tocar los glúteos de la niña, abría con ambas manos las nalgas y frotaba su dedo sobre el hoyito de Danna.
La pequeña algo asustada e incómoda abría sus ojitos en señal de desaprobación, pero con el miedo de caer seguía abrazada del cuello de don Celso, parecía un koala aferrada a su rama de árbol.
(Don Celso )… No temas, mi princesa. Hoy te voy a enseñar muchos juegos que te harán sentir más alegre, los vas a disfrutar al máximo y hasta pedirás que volvamos a jugar.
(Danna )… Pero, ¿por qué me está tocando mi colita? Mi mamá dijo que eso es malo.
(Don Celso )… Claro que es malo princesa, pero nosotros nos conocemos y somos como familia y de esa forma no es malo. ¡Tú no te ...