1. La pequeña Danna y el Sr. de la tienda


    Fecha: 14/09/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Hetero Sexo con Maduras Autor: Ramsesmx, Fuente: SexoSinTabues30

    ... gorda, cabezona y muy dura, Celso no recordó el día que se le había parado de esa manera, mientras ella seguía divirtiéndose, el hombre estaba delirante del roce que hacía el culo de la niña en la verga de él.
    
    (Don Celso )… Yo creo que ya te va a ensartar el caballo, para que sigas cabalgando más y más fuerte.
    
    (Danna )… Sí, papito quiero que me ensarte el caballito.
    
    Don Celso tomó su verga y la apuntó en dirección al techo, cuando la pequeña descendía solo le pasaba por un costado de la colita o de su panochita, pero esos roces y fricciones hicieron que tanto la polla dura del hombre y la vagina inerte de Danna se lubricar en gran medida.
    
    (Danna )… Se siente chistoso, papito.
    
    (Don Celso )… Tú no te detengas, ya casi te la voy a enterrar.
    
    Danna dio un salto y al bajar se deslizó sutilmente en la verga del hombre, los labios vaginales de la chiquilla se habían abierto por completó para deglutir ese monstruo que la acechaba.
    
    Danna al sentir un intruso en sus partes gritó del daño que sentía y quiso zafarse, pero don Celso no la dejó.
    
    (Don Celso )… Agárrate princesa, porque creo que ya te ensarto el caballo y hasta que se cansé el caballito te va a soltar, tú sigue saltando.
    
    La pequeña no podía hacer ningún movimiento, el dolor que sentía era muy fuerte, pero en su inocencia seguía creyendo en las palabras que le decía el dueño del negocio, ...
    ... hubo un momento que parecía desfallecer la niña y ya no podía saltar, pues sus piernas temblaban del dolor, así que don Celso sin sacar ni un milímetro su polla, cargó a Danna y se acostó sobre la cama en posición de misionero y ahí comenzó a violarla otra vez.
    
    De la boca de Danna solo salían algunos lamentos, pues estaba agotada, cansada y casi al borde del desmayo, pero el hombre de la tienda siguió penetrando la vagina recién usada de su pequeña trabajadora.
    
    Don Celso sacaba su verga morcillona y observaba cómo estaba abierta la vagina de Danna, metía todo su tronco venoso y lo sacaba, lo volvía a introducir y así en repetidas ocasiones.
    
    A pesar de la edad de don Celso su miembro seguía rígido, nunca de los nunca el don había sentido tanto placer, deseo y lujuria a la vez, pero todo tiene un principio y un fin, y ahora don Celso descargaba chorros y chorros de semen dentro de las partes íntimas de la chiquilla. Las horas del reloj habían cambiado y ya habían transcurrido casi 4 horas desde que había cerrado para comer don Celso, eran las 7 pm.
    
    Fue cuando el dueño del negocio salió de su transe y escuchó que tocaban insistiendo en la puerta de su casa, pero él no deseaba abrir quería seguir disfrutando de su pequeña trabajadora.
    
    (Don Celso )… ¿Y ahora qué voy a hacer? Espero y no me delate mi pequeña putita, tendré que inventarme algo para que me crea. 
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