Mexicanita linda
Fecha: 16/09/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Oxcar, Fuente: CuentoRelatos
... hablar, sin mirar a otro lado que no sean los ojos de la otra persona y casi sin respirar, es el momento mágico en el que está a punto de estallar todo el que más me gusta, comenzamos a besarnos con todas nuestras ganas, a jugar con nuestras respectivas lenguas en la boca ajena… pedimos un par de copas más y la noche se alargó hasta las 4 de la madrugada…
—Ven conmigo…
Me saco del local, bajamos hasta el parking donde habíamos dejado su Peugeot 206 azul claro. Me monté, arrancó, y salimos de allí, por Cea Bermúdez, Pza. de Cristo Rey, Moncloa… carretera de la Coruña, no pregunte dónde íbamos, era evidente… miré a través del espejo interior sus ojos… me miró, me sonrió cómplice… mire el siguiente desvió Majadahonda / El Plantío… deceleró su “auto pequeñín” como ella lo llamaba, su mano acarició mi muslo, redujo una marcha… giro su cabeza y me susurro al oído “te deseo chico lindo…”.
Yo creo que se me puso más dura que nunca solamente con oír esas palabras de esa forma… metimos el coche en el garaje, subimos por el ascensor… cerró la puerta, colgó el bolso en la entrada.. y no pasaron ni 15 segundos cuando estábamos en el sofá de su casa, morreándonos, acariciándonos… y mis manos jugando con todo su cuerpo, besaba su cuello, ella me metía la mano por debajo de la camiseta acariciándome el pecho, ummm me encantaba aquello.
Le quite suavemente la blusa… y aparecieron, aquellos dos pechos redonditos, escondidos aún bajo un sujetador de encaje de Intimísimi que con mi ...
... mano derecha, no tarde en desabrochar y bajar los tirantes por esos hombros morenos… que tanto había deseado en mis tardes de curro… besé sus hombros… bajé hasta sentir el calor de sus pechos ya erectos, mi lengua jugueteaba con ellos… deliciosos… su vientre plano, su ombligo, y su piercing perlado azul, atravesando aquella tripa…
Ella se desabrocha el cinturón, y yo termine de desabrochar el botón de sus vaqueros con mi boca y entre los dos mis manos con las suyas por encima se desnudó del todo… su tanga, de encaje negro… aquel monte de venus, destilaba, calor, ganas de sexo, y ganas de terminar una noche como hacía tiempo que no se repetía… me encanta el sexo salvaje, pero con mucha pasión y mucho juego, con intimidad… con saber hacer, me gusta y desde siempre he sido un buen amante del buen sexo y de la buena lencería…
Ella me había quitado la camiseta y jugaba con mi pecho acariciándolo, lamía mis pezones y los mordisqueaba, dulce y suavemente aquello me ponía a cien, estaba totalmente salido y más duro que una piedra, pero sabía que si aquello no quería que se acabase pronto debía controlar mis instintos…
Ella siguió bajando y me ayudo a mi también a quitarme los vaqueros… mis boxers blancos… Con aquel miembro que deseaba salir urgentemente de allí y probar aquel jugoso sexo de mi mexicanita linda… Probar aquellos carnosos labios enfundados en pintalabios rosáceo brillante… Recorriéndolo suavemente.
—Vamos a la cama, amor… está arriba ven.
Joder, si que ...