1. ¡La Concha de mi Hermana! [09]


    Fecha: 17/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos

    ... indicadores de estacionalidad…
    
    La auditora se acomodó los anteojos sin apartar la vista de Katia. Ni una vez. No hablaba. No tomaba notas. Solo observaba. Como una coleccionista frente a una pieza valiosa.
    
    Stella me interrumpió, nerviosa:
    
    —Perdón, Abel… ¿podés repetir lo del eje de ingresos?
    
    —¿Cuál parte?
    
    —Toda. Desde el inicio.
    
    Tragué saliva. Levanté la vista.
    
    Y en ese instante, Katia se sacó el saco —creo que era de Stella, por eso le quedaba tan chico— como si la temperatura en la sala fuera tropical y estuviera por servirse una caipirinha.
    
    Debajo, una musculosa blanca apretada. ¿También de Stella? Pero no llevaba corpiño. Y eso, amigos, se notaba.
    
    Algo se movió, encima de mi bulto. Una tenaza se cerró sobre mi verga. Era la mano de la auditora.
    
    * * *
    
    —Che… en el momento ese que te quedaste en musculosa pezonera… pasó algo —dije, después de unos minutos de tele sin contenido—. Algo que no te conté.
    
    —¿Qué cosa? —preguntó, intrigada.
    
    —Silvia Daneri me tocó.
    
    Katia giró la cabeza hacia mí con una mezcla de sorpresa y risa contenida.
    
    —¿Cómo que te tocó? ¿La pierna?
    
    —No, no… me agarró la verga. Así sin más.
    
    —Bueno, teniendo en cuenta lo que pasó después… no me sorprende.
    
    —Sí, lo sé. Pero en ese momento… no sabía dónde meterme. Mientras yo hablaba del desglose trimestral, ella me sacudía la pija. Imaginate el nivel de perversión.
    
    —¡¿En serio?! —se incorporó un poco, con los ojos bien abiertos—. No vi nada.
    
    —Claro que ...
    ... no. Fue sutil. Al menos de la cintura para arriba. Ella ni se inmutó. Siguió con ese dejo de profesionalismo inquebrantable. Pero debajo de la mesa era otra historia. Me apretó fuerte. El pulgar hacía círculos. Me costó no atragantarme con el power point.
    
    Katia se tapó la boca, entre divertida y espantada.
    
    —¿Y vos qué hiciste?
    
    —Se me puso dura… y seguí hablando de ratios de inversión. ¿Qué iba a hacer? Me quedé inmóvil. Como si fuera parte del mobiliario.
    
    Ella estalló en una risa breve, pero genuina.
    
    —¿Y te gustó que Doña Profesional te manoseara la nutria?
    
    —Me sentí como un espécimen raro al que le están midiendo la verga para un experimento.
    
    —Pero no respondiste la pregunta…
    
    —No la voy a responder.
    
    —Ajá.
    
    Volvió a apoyar la cabeza en el respaldo, aún sonriendo. En la pantalla, una pastelera nerviosa intentaba sostener una torre de profiteroles. Y como de costumbre, algo se tambaleó.
    
    Yo también. Por dentro.
    
    * * *
    
    Porque el único oxígeno que circulaba en esa sala no tenía nada que ver con el clima.
    
    El ambiente en la sala era denso. No por tensión laboral, no. Era otra cosa. Algo parecido a cuando uno ve que una silla está por caerse y nadie hace nada por evitarlo. Solo miran. Fijamente. A cámara lenta.
    
    Intentaba mantenerme profesional. Voz pareja, tono monocorde, manos quietas sobre la mesa. Pero todo lo demás… era un caos controlado. La concentración se me escurría como agua por los dedos.
    
    Y hablando de dedos: los de Silvia me ...
«12...91011...18»