¡La Concha de mi Hermana! [09]
Fecha: 17/09/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos
... sabía exactamente a qué se refería.
—Cuando entró de nuevo a la oficina. Silvia.
Me tomé unos segundos. No porque no tuviera la respuesta, sino porque era tan obvia que daba vergüenza.
—Pánico —admití—. Del bueno. De ese que arranca en el estómago y se extiende como humedad por la espalda.
Ella se rió, esa risa nasal bajita que usa cuando se burla de mí con cariño.
—¿Y si era solo para saludarnos? —insistió.
—Claro —dije, girando apenas la cabeza para mirarla—. Como hacen los tiburones cuando dan una vuelta antes de morderte el brazo.
—Sos un exagerado.
—¿Sí? ¿Y vos no viste el portafolio? Lo traía con la energía de alguien que viene a clausurarte el alma.
—Me sentí como Sarah Connor cuando ve volver al Terminator, en la segunda película —aseguré.
—No vi esa peli.
—Sí la viste, Katia. La vimos juntos como tres veces.
—¿Es esa con Stallone?
No me digné a responder.
Katia sonrió, pero no dijo nada. Se quedó mirando la tele. En silencio. Y en ese silencio, supe que ella también lo había sentido.
Ese cosquilleo de desastre inevitable.
* * *
No eran ni las cuatro de la tarde cuando la vi entrar otra vez. Silvia Daneri. La auditora de la sucursal centro. Volvía con el mismo rodete blindado, la misma mirada de escáner biométrico y ese paso firme que hacía temblar el piso como si marcara el compás de un juicio inminente.
—No —murmuré—. No puede ser.
Pero era. Y venía directo hacia nosotros.
Llevaba el portafolio cerrado con ...
... violencia pasiva, como si adentro llevara pruebas incriminatorias y una lapicera condenatoria.
—Buenas tardes —dijo, sin mirar a nadie más que a Stella—. Noté una irregularidad en los informes del trimestre anterior. Hay una inconsistencia de fechas que podría comprometer el cierre contable.
Yo parpadeé. Stella sonrió como si le hubieran ofrecido un cóctel en la playa.
—Oh, querida Silvia… qué vista tan afilada —dijo—. Por supuesto, vamos a aclararlo todo. ¿Te parece si te esperás un minuto en la sala de reuniones?
—Claro —respondió la auditora, girando sobre sus tacos.
Y ahí se fue, con su carpeta y su mirada de rayos X. Caminó hasta la sala como quien va a sentenciar una ejecución.
En cuanto la puerta se cerró, Stella bajó la sonrisa. Nos miró. Y habló sin rodeos.
—Bueno. Escuchen. La que cometió el error con las fechas fui yo. Me confundí de trimestre. Nada grave, pero si esa mujer empieza a escarbar, voy a tener que armar un informe nuevo y eso me va a quitar toda la semana. Así que, Abel… vos vas a usar tu superpoder.
—¿El encanto?
—El aburrimiento. Vas a hacer que esa mujer se duerma como si la estuvieran hipnotizando con planillas de Excel, gráficas y números. Inventale alguna subcategoría si hace falta.
—¿Y si me pregunta algo en serio?
—Le decís que estás esperando confirmación de gerencia. Nadie discute “confirmación de gerencia”.
—Perfecto —dije—. Yo entretengo a la inspectora fiscal con mi voz de Wikipedia. ¿Y Katia?
Stella ...