El desafío
Fecha: 18/09/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: DulceJulieta, Fuente: TodoRelatos
... sexo. Lo lamió con ansias, con movimientos firmes y rítmicos.
Antonio estaba ya muy excitado, cuando ella llevó todo a otro nivel. Se detuvo, lo miró y dijo con fuego en los ojos, en tono calmado, pero determinado:
-Fóllame la boca
Antonio se incorporó y la llevó al piso de la sala. La tomó por la cabeza y acercó su sexo a la boca de ella. La penetró despacio, suave, no tan profundo que impidiera que ella pudiera respirar. De este modo, los dos lo disfrutaron. La imagen tan cargada de erotismo, con él arrodillado frente a la cara de ella; ella apoyando sus manos y rodillas en el suelo, sumados a la humedad de su boca, a la forma en que movía la lengua cuando él la penetraba, hicieron que acabara en un orgasmo intenso.
Se dejó caer en el piso, exhausto. Pero esta vez ella no pensaba darle un respiro. Se abalanzó sobre él, frenética, exigente, devorándole la boca. Puso su sexo sobre el de él, demandante. Contrario a lo esperado, su miembro no siguió su camino hacia la quietud si no que se irguió incluso más que antes, muy dispuesto a hacer frente a la demanda. La tomó por la cintura y la acostó sobre la alfombra, poniendo las piernas de ella en sus hombros. Entró en ella profundo, loco de deseo. La embistió una y otra vez, sus caderas chocaban contra ella.
Ella cerró los ojos, ladeó la cabeza y se abandonó al placer, gimiendo un poco más fuerte de lo que acostumbraba. Pudo notar cómo se aferraba a la alfombra, cómo se contraía. Cuando, de repente, lo dejó ...
... escapar, muy suave, muy bajo:
-Antonio
Esto lo llevó al límite, perdiendo el poco control que le quedaba. ¿Cómo era posible?
Bajó sus piernas, dejándolas caer a los lados, y se colocó entre ellas.
María lo abrazó con fuerza, recogió las piernas a ambos costados del cuerpo de él, acomodando los pies en sus caderas.
Él tomó su rostro e hizo que abriera los ojos. Ahora fue él quien le metió con suavidad los dedos en la boca. Esto era algo que los calentaba mucho. Las caderas de él se balancearon cada vez con mayor vehemencia. Sacó los dedos de la boca de ella y los llevó a su pubis para llevar su placer al extremo. La besó en la boca, luego el cuello y luego bajó hasta sus pezones. Muy pronto ella volvería a cerrar los ojos. Clavó los dedos en el trasero de él, llevándolo aún más adentro de ella.
-Aunque llegue no pares amor. Sigue. Dijo ella con un hilo de voz.
Así lo hizo. La llenó de sensaciones, estimulando su cuerpo con la precisión de quien la conoce y la sabe suya. Hasta que ella experimentó una sacudida violenta acompañada de un fuerte gemido, seguido de un grito ahogado. Pero él no se detuvo. Siguió moviéndose dentro y fuera de ella, provocando que a esa sacudida inicial la siguieran otros temblores y espasmos que se sucedieron unos a otros por unos segundos. Al verla estallar de tal modo, él le siguió en breve estremeciéndose y volviéndose líquido dentro de ella. Los dos se quedaron así por un momento, sin moverse. Hasta que él se acostó boca arriba al ...