1. El desafío


    Fecha: 18/09/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: DulceJulieta, Fuente: TodoRelatos

    ... una ametralladora… Repitió él en voz alta.
    
    Umm no, no me entero. ¿Cuál es la respuesta?
    
    -Ratatatatatá. Respondió ella.
    
    -¿Es en serio? Dijo él arqueando las cejas.
    
    María lloraba de la risa.
    
    Habían acordado que el que no cumpliera los retos, debía quitarse una prenda como penitencia. Creyeron que algo de “tortura psicológica” estaría bien. Nadie dijo que debía ser fácil.
    
    -Venga. Paga tus deudas. Quítate algo. Las reglas son las reglas.
    
    -¿Reglas? ¿Me hablas tú de reglas? ¿De dónde sacaste esa adivinanza? Increpó él.
    
    -¿Quieres quejarte ante el Tribunal? Respondió ella irónica.
    
    Lo miró con morbo.
    
    Quítate algo.
    
    Antonio se quitó los calcetines.
    
    -¿Satisfecha? Dijo él.
    
    -Por ahora. Respondió ella con mirada retadora. Te toca.
    
    -Ahí va… Cuando lo nombras ya no estará porque desaparece.
    
    -¿Un fantasma? Preguntó ella.
    
    -No. Piensa. Te daré solo una oportunidad más. Dijo Antonio.
    
    -¿Una mentira? Respondió ella.
    
    -No. Perdiste. Es el silencio.
    
    Venga, te toca a ti quitarte algo.
    
    La miró con expectativa.
    
    María se las arregló como una acróbata para quitarse las bragas sin quitarse el short. Fue una jugada magistral.
    
    Tramposa provocadora pensó Antonio.
    
    -Mejor sigamos con los trabalenguas. Dijo ella.
    
    Así no juzgas la excelente calidad de mis adivinanzas.
    
    Me han dicho que tú has dicho un dicho que yo he dicho. Ese dicho está mal dicho, pues si yo lo hubiera dicho, estaría mejor dicho que el dicho que a mí me han dicho que tú ...
    ... has dicho que yo he dicho.
    
    Los dos intentaron repetir el trabalenguas, riendo, tartamudeando… con dificultad. Hasta que ambos consiguieron decirlo.
    
    -Vamos con otro. Dijo María.
    
    Si tu gusto gustase del gusto que gusta mi gusto, mi gusto gustase del gusto que gusta tu gusto, pero como tu gusto no gusta del gusto que gusta mi gusto, tu gusto no gusta del gusto que gusta mi gusto ¿Te gusto?
    
    En esta ocasión, ninguno lo logró. Antonio se quitó la pantaloneta y María, el sujetador.
    
    Entre risas, miradas y coqueteos, la temperatura subió de nuevo.
    
    Al final del juego, Antonio trataba de disimular su erección y María la humedad que se colaba con facilidad al no tener las bragas puestas.
    
    -¿Qué te parece si vemos la película ahora amor? Preguntó ella.
    
    Los zombies matarán la calentura. Pensó.
    
    Se acostaron en el sofá. María tenía la cabeza sobre el pecho de Antonio. Tomó una de sus manos y comenzó a acariciarla distraída.
    
    Era una peli de zombies convencional, con un virus que se escapa de donde no debe, gente que empieza a comportarse de manera extraña y seguidamente el desmadre completo.
    
    En las escenas más sangrientas, María sobreactuaba y se aferraba a Antonio con el fin de provocarlo. Pero él se mantenía estoico. No perdería. Podían ser muy competitivos.
    
    Al terminar la película, los dos se quedaron tendidos en el sofá abrazados. Permanecieron unos minutos así, sin que ninguno quisiera romper la magia del momento.
    
    Hasta que Antonio dijo:
    
    - ¿Sabes ...
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