-
Pausa matrimonial = despertar sexual
Fecha: 19/09/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Diosa Nix, Fuente: TodoRelatos
... sendos cafés acompañados de pan con tomate. Por la tarde teníamos planeado ir al Museo Egipcio y al Museo del Modernismo, por lo que reservamos la mañana para vaguear. No era cuestión de desaprovechar la facilidad de mi amante para empalmarse recién despierto, así que me lo llevé otra vez a la cama, lo besé, le chupé las tetillas y le susurré al oído con voz de niña mala: —Desvírgame el culo, guapo. —¿Eh? —Con lo buen follador que eres, quiero darte el agujero que te falta. —Lo vuelvo a besar—. ¿No decías que te gustaba? —Me chifla. La última vez yo era muy joven. —¡Tú sigues siendo joven! —Me río. —Necesitaremos tiempo, relajación… y que me hagas caso. —Me acaricia el pelo—. ¿Me obedecerás? —Ciegamente. Con el lubricante a mano, nos entregamos a los besos y caricias sin prisa. Siempre había pensado que me sobraba algún kilito, pero desde que había revivido sexualmente me sentía la mujer perfecta. Antes de mamar mis pechos como si quisiera beber leche, Roberto me dijo: —Tienes que estar relajada y muy muy cachonda. Como ayer en el ascensor. —Uuuuuummm… me encanta estar cachonda para ti… Sus comidas de tetas mezcladas con dedos eran magistrales. Hurgó en mi rajita, aleteó sobre mi clítoris, desplegó juegos de manos a su gusto, sin dejar que estallase la bomba. Me gustaba mucho, pero la costumbre de encadenar orgasmos era demasiado potente. —¡Cabrón! —protesté—. Quiero correrme… ooooooohhhh… —Te correrás cuando yo quiera. —Me morreó—. ...
... Me vas a suplicar que te abra el culo hasta que te cagues en la cama… —¡Eres un cerdo! —Lo morreo. —Y a ti te encanta un pis calentito en toda la cara, cerdita… —Me morrea él. Bajó por fin al pilón y me comió hasta que estaba a punto. Paró en seco y me hizo colocarme a cuatro patas. Estaba tan caliente que si me manda tirarme por la ventana del séptimo piso en el que estábamos, ni lo habría dudado. Se echó sobre mí y tomó el lubricante. —Joder, déjame correrme solo una vez… —jadeé. —¡No! Fue dejando besos por mi espalda, hasta las nalgas. Sentía el cuerpo temblar y el chocho lubricar. Deseaba sentir su polla dentro de mí como fuera. Metió un dedo en mi coño y un suave orgasmo me hizo suspirar, sin llegar a aliviar toda la tensión. Me calzó una ruidosa azotaina que estallaba en la habitación, produciéndome un placer exquisito. —¿De quién es este culazo? —Plas, plas. —Tuyo… —¿Y qué quieres que haga con él? —¡Que me lo folles, hijo de puta! —Sin insultar, golfa… —Plas, plas, plas, plas, bien fuerte. —Fóllame, fóllame, fóllame… Sentí sus manos separándome las cachas y me abandoné. Creí que iba a empezar por el culo y el muy cabrón se puso a comerme el coño por detrás. Nunca me lo habían hecho y en segundos me corrí, claro. Mi alarido se debió de escuchar en todo el pasillo. Mojada como estaba, besuqueó mis nalgas con celulitis y empezó a acariciarme el ojete. Lo sentía latir, me gustaba la sensación. Enseguida noté algo pringoso y un dedo ...