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Pausa matrimonial = despertar sexual
Fecha: 19/09/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Diosa Nix, Fuente: TodoRelatos
... un clímax vivido con todo el cuerpo en el que experimenté pérdida fugaz de conciencia. Volví en mí al notar el culo vacío, ancho y palpitante. Parecía que iba a parir por el ano. Roberto suspiró de gusto. —¡Qué delicia de enculada, nena! —Ha sido alucinante. Voy a querer más… El resto del viaje transcurrió según lo previsto. De Barcelona volví con el culo estrenado, más dinero en la cuenta y la certeza de que era feliz. El divorcio se sustanció rápido, pues tras minuciosa lectura, acepté lo que el abogado de Manolo me dio a firmar. El libro fue un éxito de ventas y puso a rebosar la cafetería roteña de la que era socia. La gente me reconocía por la calle, ya tenía un nuevo círculo de amistades, mi acento empezó a contagiarse del gracejo del sur. Roberto pasó la Navidad con su madre en su casita de Cádiz y yo en casa de Gaspar y Noah, por decisión propia. Recibimos el nuevo año los dos solos en una escapadita de novios a Tánger. Pocos meses después, recibí una comunicación judicial. Mi exmarido pretendía demostrar ante la justicia española que mi casa había sido un bien ganancial con la idea de comprar mi mitad. Yo tenía dinero suficiente para comprar una nueva; también podía instalarme con Roberto. Fui a la batalla con mi abogada como una autoafirmación consciente de la Esther que yo era. El proceso se alargó más de un año, durante el cual mi relación con Roberto se consolidó. Conocí a Casilda, su hablar calmo, su huerto, su cocina de azulejos impregnada de ...
... calidez y aromas. Nos llevamos estupendamente. El juicio se ventiló en la Audiencia de Cádiz: yo en sede física y Manolo en videoconferencia desde México por razones de salud. A pesar del nuevo peinado, la camisa y la corbata, estaba arrugado, flaco, con entradas marcadas y dos bolitas hundidas dentro de las cuencas decían ser sus ojos. A finales de junio, llegó el fallo a mi favor, con las costas a cargo del demandante. Para celebrarlo, Roberto preparó una fiesta sorpresa al atardecer en Punta Candor: asistentes de blanco, velas, picoteo en la playa. Lo que solo supe al llegar es que lo había hecho coincidir con nuestro segundo aniversario: nos juramos amor eterno descalzos en una ceremonia que ofició Gaspar, intercambiando pulseras y enunciando votos improvisados que luego escribimos y quemamos en una especie de hoguera de San Juan. Ya en la intimidad, ratificamos el compromiso con una follada doble de coño y culo. Por la mañana, mi resplandeciente marido me regó con una copiosa lluvia dorada. Llevamos cinco años juntos, los tres últimos conviviendo en mi casa. Su apartamento está alquilado, en espera de que Casilda se jubile. No hemos sentido la necesidad de firmar papeles serios para casarnos. Roberto es fisioterapeuta en una residencia de ancianos de Sanlúcar, pero sigue sacando tiempo para dar clases gratis de aquagym un par de veces por semana en la urbanización. Nos gusta hacer deporte juntos con rutinas preparadas por él. He perdido seis kilos, tengo abdominales de ...