Mi madre y su Jefe - Relatos Eróticos

Mi madre y su Jefe

... rojiza cabeza dentro y fuera de su enorme miembro, cuya circunferencia ahogaba a mi madre, y hacía salir disparada la saliva a diestro y siniestro. Recuerdo con total precisión ver desde arriba, los enormes huevos de Armando chocando contra el mentón de mi madre , mientras su descomunal pene se deslizaba dentro y fuera de las fauces de mi mama.

Cuando le fue conveniente y mi madre casi pierde el conocimiento de tanto mamar, Armando soltó su coleta, dejándola respirar y caer al suelo con desprecio. Ella, más pronto, recuperó la forma y como parte de una enferma rutina comenzó a desvestirse frente a él, haciendo unas poses muy sugerentes mientras el cerdo se quitaba la suya. Las tetas enormes y colgonas de mi madre salieron disparadas fuera de su blusa , mientras Armando se relamía, y su culote gordo, se desparramo fuera de su falda, exhibiendo un tanga, mi madre parecía una puta barata, y eso, ni siquiera fue el principio.

Una vez mi madre se tendió desnuda y apoyó sus brazos contra la pared, el cerdo , exhibiendo su asquerosa anatomía y su gigantesco rabo de caballo, pegó este último entre las nalgas de mi madre, las cuales apretujo sacando sus celulitis para darse placer y estirar su polla. El sonido viscoso de su rabo lleno de las babas de mi madre y las nalgas de ella masajeandolo hasta el día de hoy sigue resonando en mi sien. Luego, sujetó el cañón por la base, y lo metió entre las piernas de mi madre, golpeando su clítoris, haciéndola pedir piedad. Una vez tuvo a ...

... mi madre lista , deslizo su polla por el coño de mi madre, el cual cedio sin mucha dificultad, lo que exponia de antemano previas relaciones sexuales entre ellos.

Mientras yo hacía lo posible por dejar de mirar y contenía las lágrimas, este degenerado, comenzó a bombear a mi madre como nunca antes había visto, ni siquiera en paginas y videos porno. Era tan brutal que el sonido retumbaba por toda la instalación. Sujetaba con sus manazas las caderas de mi madre mientras la embestía gruñendo y hacía a la pobre chillar, y retorcerse de placer. Su rabo entraba y salía, explotando dentro de ella y golpeando sus paredes vaginales expandiéndolas, y saciando su útero.

A los pocos minutos, Armando la sujetó, cruzando los brazos alrededor de sus caderas y debajo de sus tetas, y comenzó a follarla a un ritmo inhumano, en posición de cuclillas y con fiereza y velocidad. Sus huevotes rebotaban de arriba a abajo mientras la otra chillaba y gritaba pidiendo clemencia, solo logrando que el cerdo lo hiciera más rápido, entonces , por primera vez , vi a una mujer tener un orgasmo. Armando la sujetó por el cuello mientras mi madre chorreaba hacia abajo, parecía que estaba meando por la potencia, pero era un líquido transparente, que impactaba con potencia en el suelo, como una manguera a presión. Lejos de detenerse por el orgasmo que dejo a mi madre inerte, Armando la dejó caer en el suelo, sujetó los brazos de mi madre en el aire, los empujo contra él, y mientras le pisaba la cara siguio ...