1. Mi sobrino me ayuda y acaba metido en mi cama


    Fecha: 25/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Juan, Fuente: TodoRelatos

    ... una cámara acorazada.
    
    Lejos ya de considerar mi coño como una cámara acorazada para el género masculino, con elegancia, deslicé mis braguitas a lo largo de mis piernas para despejar el camino de su percutora. Desnuda ante él, le miré con cierta inseguridad y le pedí con mis ojos que me liberara de mis complejos y me echara a volar.
    
    Alvarito era joven pero parecía experto en estas lides. Su padre también había tenido mucho éxito de joven. Antes de poner a trabajar la máquina que portaba entre las piernas, comenzó a bombear caricias, recorriendo mi piel con sus manos, hasta que llegó al final del camino e introdujo dos deditos, con suavidad, sin prisa, relajando mi vagina, repitiendo el movimiento de entrar y sacar sus dedos, hasta que, entre temblores, regué su mano con el líquido liberador.
    
    —¿Cómo te encuentras? —preguntó cariñoso mostrando que se preocupaba por mí.
    
    —No lo sé, estoy en un estado intermedio entre la consciencia y el sueño.
    
    —Entonces sigue soñando.
    
    Bajó sus sensuales labios a mi coño, que afortunadamente tenía recién depilado. Se introdujo con cuidado entre mis muslos, recorrió todo el perímetro con sus dedos mientras su lengua avanzaba y avanzaba, explorando el territorio que encontraba a su paso, maniobrando hacia adelante y hacia atrás, hasta que debió tocar un resorte y mis piernas se abrieron por completo, gimiendo y apretando mis uñas contra su espalda.
    
    Mi coñito estaba húmedo y Álvaro bebió y bebió y… descargué. ¡Uff que orgasmo! ...
    ... Llevaba dos orgasmos y él ni siquiera se había despeinado. Comprendí inmediatamente que precisamente eso, lo que necesitaba. Ser derrotada por caricias y mimos antes de penetrarme.
    
    —¿Te atreves a volar? —susurró con su boca en mi coñito.
    
    Con su polla todavía en alto, desplegué mi vuelo para sobrevolar sobre una noche de locura.
    
    —Sí…. Fóllame…
    
    Se montó sobre mí, le ayudé con mis manos a situarla en la boca de mi puerto e inició un lento trote, con su polla deslizándose entre mis muslos como un torpedo listo para ser expulsado. Cuando aceleró sus movimientos, se le salió su polla y reaccioné inmediatamente, metiéndosela de nuevo y abrazando su cintura con mis piernas. Con un movimiento cadencioso, subía su pelvis, metiendo y sacando su polla de mi coño como una bomba de extraer agua.
    
    Le sentía tan excitado como yo, besándome la boca sin dejar de empujar. Conforme avanzaba el ritmo, su polla se iba introduciendo más y más en mi vagina hasta que me la ensartó entera. Cada sacudida me estremecía, no deseaba que parara.
    
    —Sigue, sigue, estoy muy preparada —le pedí disfrutando de ser empotrada, relajando mi control.
    
    Adivinando su final, Alvarito galopó y galopó, hasta que se disparó un resorte y escupió líquido, inundando mi vagina, sin que dejar de besarme con una dulzura que no recordaba de mi ex.
    
    Intuyendo que me había dejado a las puertas de un nuevo orgasmo, con su polla algo flácida siguió empujando y se ayudó de sus dedos hasta que mi respiración le avisó ...
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