1. Mi sobrino me ayuda y acaba metido en mi cama


    Fecha: 25/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Juan, Fuente: TodoRelatos

    ... faena.
    
    —Mmm que rico —– exclamé sin abrir los ojos — ¡Ya está listo!
    
    —Nunca me habían exigido tanto...
    
    No tenía que esforzarse más, me serví directamente.
    
    —No te preocupes guerrero, vamos a compartir esfuerzos —le dije.
    
    Como contorsionistas, nos giramos y le ofrecí mi coñito a la vez que yo desayunaba polla a pelo, sin necesidad de pasarla por la tostadora ni añadirle aceite ni tomate. Su lengua en mi vagina me llevó al cielo, en cero, coma y fui la primera en caer, humedeciendo su boca con mi líquido, sin llegar a recoger el suyo por más que succionaba. Debía tener las reservas en mínimos desde ayer.
    
    —Tienes que alimentarlo primero —me avisó—, pero no me dará tiempo.
    
    Dispuestas a seguir mi papel de anfitriona y con la esperanza de que una vez desayunado, pudiera regalarme otro viaje por el espacio, me dirigí a la cocina. Mientras preparaba el desayuno, le confesé.
    
    —¿Seguro que te tienes que ir? —dije insinuándome, dejando que mis pechos salieran del salto de cama que llevaba— Es viernes...
    
    —Tengo que resolver un par de asuntos —dijo dándome un beso—. Llena el frigorífico, cuando vuelva nos vamos a meter en la cama y no saldremos en todo el fin de semana.
    
    Alvarito, además de dejarme el cuerpo bien arreglado, me dejó algo que había olvidado. Ilusión. Salí a caminar con el recuerdo de todo lo vivido la noche anterior, desde que me recogió para ir al teatro. Era como un paseo por las nubes como el que realizó Aitana Sánchez Gijón con Keanu Reeves en ...
    ... aquella magnífica película, en la que Álvaro era mi Keanu.
    
    De regreso, pasé por el súper para comprar algunas cosas. Me detuve en la farmacia para comprar una crema calmante de la irritación que sufría en mi coñito. También compré un frasco de crema lubricante, para prevenir.
    
    Mientras la farmacéutica sacaba la crema de la rebotica, vi un display en el mostrador anunciando una crema para mejorar la función eréctil sin los efectos adversos de los tratamientos orales. De absorción directa y rápida, sin efectos secundarios al no pasar por el sistema digestivo.
    
    —¿Necesita receta? —le pregunté, conociendo los problemas de José Luis para conseguir la viagra.
    
    —No, no la necesita. Y funciona muy bien para los maridos de nuestra edad —dijo sonriéndome.
    
    Si supiera quién iba a ser el paciente. Aunque había comprobado que Alvarito no la necesitaba, si de verdad cumplía su promesa, debería de ayudarle. ¡Me apetecía el plan de meterme en la cama un día entero y recuperar el año perdido! Aunque su potencia sexual me encantaba, su ternura y detalles me enloquecían.
    
    Con mis cremas en el bolso, fui a casa. Tras una ducha reparadora, me unté un poco la crema calmante para la irritación y me vestí con un sencillo vestidito de verano que usaba para andar por casa.
    
    Decidí preparar algo ligero de comida que sirviera también para la noche o para el día siguiente. A las dos, me preocupó que no me hubiera escrito ni llamado y de repente, comenzó a entrarme la neura de señora mayor ...
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