1. Gay, Casos de la Vida Real


    Fecha: 26/09/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Jesus tsukishiro, Fuente: TodoRelatos

    ... becerro, yo comenzaba a gemir y jadear.
    
    – ¡Cállate que nos van a escuchar! – Ismael con su mano me tapaba la boca diciéndome nervioso.
    
    – Me vale, que nos escuchen abajo, espero que suban, hay espacio. – Le decía deseosa, lujuriosa y con la sangre hirviendo.
    
    – No, no creo que se animen a entrar todos. – Me decía él en lo que me seguía besando y apretando las nalgas.
    
    Pues me tenía sentada en sus piernas.
    
    – Permíteme. – Le decía quitándome de encima de él.
    
    – ¿Qué, a dónde vas? – Él con su verga babeando, erecta, peluda, me cuestionaba. – Espera aquí. – Le guiñaba el ojo y salía de la recamara.
    
    Bajaba las escaleras con cuidado; seré franca, estaba nerviosa, pero a la vez la adrenalina y mis impulsos sexuales acumulados por una verga de verdad me tenían cegada y por eso estaba haciendo lo que les estoy contando.
    
    Llegando al piso de abajo, les sonreía a ellos quienes al verme totalmente sin ropa y agitada, los dejaba estupefactos.
    
    – Me pude dar cuenta de que me veían con deseo, yo también los he visto con el mismo impulso, ¿qué les parece si subimos a mi recamara?, es suficientemente grande y podemos estar todos, eso sí, la regla es que estén totalmente desnudos, cuando estén así, cierren la puerta principal y suban, estaré con ganas esperándolos. – Me daba media vuelta y subía de regreso con Ismael.
    
    Los hombres atónitos, se comenzaron a quitar la ropa a prisa, botándola en el piso, no sé quién fue quien cerró, pero eso no me importó. Al regresar con ...
    ... Ismael, sin decirle más, me fui directo a él para besarlo, lamerle el cuello, probando su sudor, le levantaba sus brazos y mi lengua pasaba por sus axilas, mi nariz olía y mi lengua degustaba; escuchaba que iban entrando uno a uno sus compañeros y murmuraban adulaciones sobre mi cuerpo.
    
    Ismael me jalaba al ver a sus compañeros, me tiraba a la cama y me miraba como perro caliente. – ¡Te vamos a dar un cogidon puta que la verija te va a quedar punzando! – Escupía a su peluda verga y la introdujo.
    
    No imaginan ese gozo que sentí después de varios años sin una verga real en mí; al sentir sus embestidas, cerraba los ojos y comenzaba a gemir a jadear, me apretaba los pechos, abría mis ojos para verlo a él y de reojo veía que sus compañeros se comenzaban a masturbar y a acercar; sentía cómo me bombeaba la vagina y poco a poco empezaba a chorrear.
    
    Ismael sacó su verga, se agachó y me comenzó a lamer desde el ano hasta el clítoris, de lado a lado y de nuevo bajaba a mamar ano y meter lengua en la vagina; yo estaba más que emocionaba; ¡era un sueño!
    
    Que me perdone mi difunto marido, pero necesitaba esto, además, él fue la última verga que me introdujo y ya necesitaba esto como no tienen ideas; ven que también nosotras las mujeres podemos ser putas, pervertidas, zorras, golfas y guarras; no sólo ustedes.
    
    Ismael se enderezaba y me jaló más a la orilla de la cama, colocó mis pies sobre sus hombros sudados y me comenzó a empujar más su verga; sus gotas de sudor caían de su ...