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La familia del marido de mi hermana (21)
Fecha: 27/09/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Alfonso, Fuente: TodoRelatos
... para que frenase, porque veía como se acercaba a mi polla dispuesta a comérsela con ansiedad. - Pues… - me miró con cara pispoleja mientras agarraba el rabo, que seguía duro y tieso clavado en mi regazo -e hice la enfadada y le monté una bronca, pequeña, pero convincente. Llegó a ponerse de rodillas suplicándome perdón, jijiji. – se rio maléficamente – Pobre Luis, me dio un poco de pena, pero era necesario el numerito para que aceptase lo que tenía planeado. - Joder, hermanita. Me empiezas a dar miedo. - Jajaja… Tú si que das miedo después de lo que me has contado. - ¿Y qué habías planeado? - Después de esa pequeña bronca, le dije que le perdonaba, y que no me importaba. Me puse comprensiva y, con palabras tiernas y suaves, le dije que si le apetecía esas cosas las podría hacer, pero contándomelas antes. Tenías que ver la cara de pasmado que puso, jajaja… - hizo un corto silencio mirando cómo masajeaba mi polla con su experta mano – Después le convencí de que se fuera a la habitación con Elvira y se desfogara pero que tenía que entender que yo también tenía apetencias y que las tendría que admitir. A pesar de la bronca, estaba tan excitado y salido en ese momento, que no se lo pensó. Se fue a la habitación con Elvira y la montó bien montada. Me di cuenta que las mujeres rellenitas súper cachondo y eso me hizo reír… viendo cómo la montana por detrás más salvaje que jamás lo había hecho conmigo. Alargo su cabeza hasta mi polla y le dio un tremendo lengüetazo ...
... a mi capullo. El balanceo de sus hermosas tetas me hizo dudar si dejarla seguir, pues estaba cardíaco, pero no quería demostrárselo. - Ummmm… hermanita. Acaba la historia antes. - Cuando acabaron, - continuó, pero sin dejar de mirar la inmensa erección de la que gozaba mi miembro - salió de la habitación totalmente eufórico y colorado. Era a la segunda tía que se follaba en su vida, y además era gordita, algo que después me reconoció que le excitaba muchísimo. Pero lo que vino después le hizo cambiar el color de la cara. Elvira se acercó hasta donde estaba sentada y me dio un buen morreo antes de empezar a sobarme. Me abrió la bata y empezó a comerme las tetas bajo la atenta y sorprendida mirada de Luis. Noté cómo se ponía nervioso y no pude contener una leve risita. “Ti te lo has pasado bien, y ahora me toca a mí”. Le dije sonriendo viendo su cara de pasmado. Elvira fue bajando por mi cuerpo ensalivando la piel por cada sitio que pasaba con su larga y carnosa lengua. Se arrodilló entre mis piernas y comenzó a chuparme el coño como una perra sedienta. Luis no podía apartar la vista del culazo desnudo de Elvira, sentado en un sillón de enfrente, que lo contoneaba sin parar, y acabó sacándose la polla de los calzoncillos, lo único que llevaba puesto, y empezó a pajearse. La anguila que Elvira tiene por lengua, me puso a cien, y le dije a Luis que se la podía follar mientras me comía el coño. Pensaba que iba a dudar, pero se lanzó como un camicace contra ese culazo que le ...