1. Mi hermana novicia y mi tía monja


    Fecha: 11/10/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos

    ... convento unos años, para que estudiase bajo la férrea disciplina que la directora imponía en ese colegio, pues al parecer mi tía era una mujer de armas tomar pese a su juventud, ya que era doce años menor que mi padre, y una vez que mi hermana terminase bajo su tutela sus estudios, pudiese ir a la universidad para cumplir el sueño que tenía mi madre desde el momento que supo que su segundo parto sería una niña. Su sueño fue que mi hermana estudiase veterinaria, y que pudiese ser partícipe de los negocios familiares, no como ella que siempre fue para su padre y para su esposo, solamente una mujer con la única obligación de procrear y cuidar de la casa y de los hijos.
    
    Cuando yo terminé mi carrera, por cierto, con una nota muy buena ya que fui el segundo de mi promoción, me invitaron a hacer unos masters en varios países, por lo que no volví a mi casa hasta que tenía ya cumplidos los veinticinco años, y no había vuelto a ver a mi hermana desde que ella tenía doce años, pues las pocas veces que fui a ver a mi familia en los últimos años, ella estaba en el convento sin poder salir. Nada más volver empecé a hacerme cargo de los negocios de mi padre, que me fue poniendo al corriente de todos, agrícolas y ganaderos, sin esperar a que mi hermana llegase algún día a cumplir con las ilusiones que su difunta esposa había tenido depositadas en ella, pues al parecer y debido a sus comportamientos anómalos hasta que fue internada, no estaba como estudiante en el convento si no como ...
    ... novicia, y tenían previsto que debería jurar los votos al cumplir la mayoría de edad.
    
    Tres meses después de mi vuelta, mi padre tuvo un infarto fulminante y perdió la vida en escasos minutos, y ese día volví a ver a mi hermana en el depósito de cadáveres del hospital, al que acudió junto a su tutora, maestra y superiora, mi tía sor Manuela, aunque su nombre real era Eva, ya que en mi familia eran muy dados a poner nombres bíblicos a sus descendientes, y por lo visto de personajes polémicos, pues es conocido que Eva, según las sagradas escrituras, fue la madre de todos nuestros problemas al comer la manzana prohibida. Tras la enorme sorpresa que supuso para mi ver que mi hermana se había convertido en toda una mujer, casi tan alta como yo, también me impacto verla vestida con ropas excesivamente recatadas, ya que, a excepción de la toca, casi vestía como mi tía, pues iba con los hábitos de novicia de su orden. Nada más llegar las tuve que consolar a ambas, pues presas de una enorme aflicción rompieron a llorar y no había forma de consolarlas. Ya en el tanatorio seguían llorando amargamente, y mi tía lamentándose de que ya no le quedaba ningún pariente vivo salvo sus dos sobrinos, puesto que mis abuelos paternos también habían fallecido hacía unos años y su único hermano había sido mi padre. Cuando yo, tras gestionar con la funeraria toda la documentación y papeleo de esos casos, intente llevarlas a la casa argumentando que debían descansar para poder asistir al sepelio al día ...
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