Mi hermana novicia y mi tía monja
Fecha: 11/10/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos
... semana. Mi cara debió de ser un libro abierto, ya que Salome al ver mi asombro no pudo evitar sonreír, pese a que su sonrisa era triste tras los acontecimientos vividos y el cansancio acumulado. Sin poder evitarlo dije de forma espontánea:
-Vaya con mi hermanita, si es ya toda una mujer, y además una mujer preciosa, y por lo que he podido comprobar hasta ahora, ya no eres la joven contestataria y de modales inapropiados, por los que al parecer te internaron en el colegio de la tía Eva.
-Sor Manuela, no le gusta que le llame tía, y mucho menos Eva. – dijo Salome sonriéndome agradecida por mi cumplido – Pero a ella precisamente le debo mi cambio de actitud, fue la única que supo comprenderme y entenderme en aquellos momentos.
-En vuestra casa, si podéis llamarme tía Eva. – dijo ella apareciendo en la cocina enfundada en una especie de funda que era al parecer su ropa de dormir, y de la misma horrorosa tela de saco que el camisón de mi hermana, pero que a pesar de esos burdos ropajes no podía esconder que bajo ellos se escondían unas formas de mujer nada desagradables, ya que además al ir sin la toca, llevaba su pelo corto y rubio como el oro suelto – Y si supe comprender a Salome, es quizás porque ella me recordó el motivo por el que a mí también me internaron como novicia al igual que a ella en la orden religiosa.
-¿Entonces tú también eras una muchacha díscola y polémica como mi hermana? – pregunte yo sorprendido por su confesión – Quien lo iba a decir al ver a ...
... sor Manuela, tan seria y tan severa, aunque quizás sea el disfraz lo que te hace parecer tan estricta e intransigente.
-¿Disfraz? – pregunto Eva mirándome amenazante – Querrás decir hábitos. Jamás nadie me había dicho lo de disfraz, ¿a ti te parece que es un disfraz?
-Perdona tía Eva, pero para que no haya malos entendidos quiero que sepas desde el primer momento que yo no soy creyente, - le conteste aguantando su mirada – Y si, para mí los hábitos de cualquier orden y de cualquier religión me parecen un disfraz. Desde que me fui hace más de siete años, mis conceptos han variado, y no solo en lo religioso, también en lo moral, en lo político y en lo económico, y si no habría sido por su trágico final, habría terminado peleándome con mi padre por todos esos motivos, ya que jamás podre pensar ni actuar como él. Para mi, todas las religiones son una enorme y gran mentira que solo sirve para mantener un estatus de los cabecillas de esas religiones.
-Y en que te basas para sostener semejantes actitudes. – me dijo Eva, pero ya sin ninguna agresividad, más bien con gran curiosidad y ante la sonrisa que se dibujó en el bello rostro de Salome – Me gustaría escuchar tus argumentos.
-Vamos a comer y mientras lo hacemos te explico mis teorías o más bien mis conclusiones. – le dije intentando que no se sintiese ofendida ni molesta – Los huevos fritos y las patatas recién hechos están más buenos y alimentan mejor, y son lo único que yo soy capaz de cocinar.
Ante mi sugerencia ...