Mi hermana novicia y mi tía monja - Relatos Eróticos

Mi hermana novicia y mi tía monja

... ambas se sentaron y empezamos a comer, dándome cuenta que las dos estaban hambrientas, y viéndolas tan normales y tan terrenales me decidí a hablarlas con total franqueza, exponiéndoles sin tapujos cuales eran mis visiones de la vida, y dirigiéndome a mi tía la dije:

-En el fondo creo que las dos me vais a comprender, sobre todo por el hecho de saber que en su momento tú también eras una joven con inquietudes, y lo suficientemente transgresoras a las normas establecidas como para castigarte a un internamiento, al igual que paso con mi pequeña hermana.

-Cuando me fui a la gran ciudad, al poco tiempo mi percepción de todo cambio de forma radical, conocí profesores de todas las tendencias, que como es normal intentaban enseñar bajo el prisma de sus visiones particulares, alumnos de diferente ideologías y que estudiaban por diferentes motivos, e incluso algunos sin motivación alguna, compañeros cuya única ilusión era divertirse lo máximo posible sin importarles el mañana, y yo fui engullendo todas y cada una de las ideas que esos nuevos ciudadanos me exponían, e intente analizarlas todas procurando quedarme con las que consideraba más lógicas, no las más hermosas, ni las más divertidas, ni las más convenientes, solo las más lógicas, y así sigo actuando y opinando.

-Por ejemplo, la actitud de nuestro tío, el cura ese del Vaticano, que se cree con el derecho a decidir por nosotros tres, menospreciando nuestra valía y nuestro derecho a opinar, que de alguna manera son las ...

... formas de la propia iglesia católica. ¿Es lógico que una monja, que se ofrece de por vida a la fe de la iglesia, no pueda decir misa, ni confesar? … ¿Es lógico que tú que eras tan heredera como tu hermano de los bienes de vuestros padres renunciases a tu parte para que mi padre gestionase todo? … ¿Es justo que a Salome la tratasen como un problema por comportarse de forma violenta, cuando todos los muchachos a su edad estábamos liados a ostias continuamente, con los labios partidos o los ojos morados? No, para ellos era normal, era cosa de chicos, pero no de niñas.

-Vosotras creéis que es normal que cuando yo llegue a la ciudad me costase hablarle a una chica, sobre todo si era guapa, que los pensamientos que me venían a la mente de besarla y meterla mano, se estrangulasen en mi mente por ser pecado, que pensase que para poder amar a una mujer la única opción era casarse con ella. Pues nada de eso es real, he conocido profesores casados que se cepillaban a sus alumnas y estas los aceptaban gozosas, sobre todo si el profesor era guapo o interesante, e incluso algunas para mejorar sus notas. Había compañeras que copulaban sin freno, hoy con uno y mañana con otro, y no solo lo hacían, también lo comentaban entre ellas e incluso se reían y jactaban de sus logros.

-Perdona, - dije al darme cuenta de que mi tía Eva me miraba con los ojos muy abiertos y con un tenedor a medio camino entre el plato y su boca - ¿Te estoy escandalizando?

-No hijo, no, ni mucho menos. – dijo mi ...