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Mamá follando desnuda en la playa
Fecha: 16/10/2025, Categorías: Incesto Autor: elquefolla, Fuente: TodoRelatos
... pero no pudo cerrar la puerta porque “el polla gorda” se lo impidió, cogiéndola por las tetas desde atrás y, empujándola sobre el colchón, la hizo ponerse a cuatro patas sobre él. Sujetándola por las caderas, dirigió su verga al coño de ella, penetrándola al momento. Una vez dentro, empezó a bombear, a balancearse rápido adelante y atrás, adelante y atrás una y otra vez. Colocando una pierna sobre el cochón, se impulsó todavía con más fuerza y, mientras se la follaba, la propinaba fuertes y sonoros azotes en sus nalgas, provocando que mi madre chillara más de morbo que de dolor. Desde la puerta observaba yo empalmado cómo se tiraba a mi madre y, sacándome la polla, empecé a masturbarme. Doblando sus codos, escondió mi madre su cabeza entre sus brazos, apoyando no solo la cabeza sobre el colchón, sino también los senos, mientras aguantaba las embestidas. Suspirando, gimiendo y chillando, disfrutaba del polvo que la estaba echando. Por los agudos y potentes chillidos que dio fue mi madre la primera en correrse, alcanzándolo pocos segundos después “el polla gorda” al detener sus arremetidas. En esta ocasión fui yo el último, aunque estaban los dos amantes tan concentrados, gozando de su orgasmo, que no se dieron cuenta del mío. Nada más desmontarla el tipo la dio un par de azotes en las coloradas nalgas, y, más que decirla, la ordenó: ·¡Prepárate, que nos vamos a la playa en cinco minutos! No fueron cinco sino quince cuando salimos los tres de la ...
... vivienda, lo suficientes para que mi madre, sin atreverse a replicar, se duchara nuevamente y se pusiera un bikini con un ligero vestido encima. Mientras la esperábamos le pregunté a “el polla gorda” que le había echado al café que la había dado, obteniendo una enigmática respuesta: ·Lo suficiente para ponerla cachonda perdida todo el día. No sé si mi madre estaba, como me dijo “el polla gorda”, cachonda perdida, pero no dijo ni una sola palabra desde que la echó el polvete mañanero. Estoy seguro que era por vergüenza, por si su hijo lo había presenciado, por si había presenciado como montaban a su madre como una puta perra en celo. Nuevamente en el deportivo, con ”el polla gorda” al volante, mi madre de copiloto y yo detrás, llegamos a toda mecha a una playa salvaje, prácticamente solitaria sino fuera por tres o cuatro sombrillas cerca de la orilla. Aparcando caminamos en dirección contraria a las sombrillas, siguiendo a “el polla gorda” por la arena con nuestras sandalias en la mano, hasta que, deteniéndose al lado del tronco de un árbol caído, exclamó en voz alta: ·¡A despelotarse todos! Quitándose al momento su camiseta y bañador, se quedó como dios le trajo al mundo. ·Pero … ¿qué haces? Chilló escandalizada mi madre viendo la enorme verga que lucía su amante. Cachondo perdido, también me despeloté al momento, quedándome también en cueros, ante el estupor de mi madre que exclamó, abriendo mucho los ojos y la boca, mientras me miraba sorprendida el ...