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Nicky: no toques a mi hija 12
Fecha: 17/10/2025, Categorías: No Consentido Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos
... irme de casa para fugarme con ese idiota, dejando la escuela, dejando la vida que tenía con mamá, que si bien no estaba llena de glamour ni de ninguna clase de lujos, al menos era una vida digna. Sin pensármelo por mucho tiempo, me senté en el suelo, con los pies estirados hacia la carretera y la espalda recargada en uno de los muros del motel, antes de sacar una cerveza del empaque y comenzar a beber, arrepintiéndome más y más de mis decisiones a cada trago de cerveza, en cada ocasión en que sentía ese burbujeante líquido recorriendo mi garganta, sin pensar en nada más, sin considerar lo que pasaría cuando regresara a la habitación y el paquete de cervezas estuviera incompleto. - No es un buen lugar para que una señorita esté bebiendo a solas - dijo alguien a unos pocos pasos de donde yo estaba tirada en el suelo, con un tono paternal que de alguna manera me hizo sentir bien, que de alguna forma logró hacerme sonreír un poco en medio de la inmundicia en la que se encontraba mi vida, justo en el momento en el que me estaba terminando la primera lata, haciendo que volteara a verlo, encontrándome con un hombre viejo, de cabeza rapada, con una canosa barba de candado y vestido como lo haría un leñador o quizás un granjero, nada que entonara con el lugar en el que nos encontrábamos. - Entonces siéntate y acompáñame - dije sin pensarlo, sintiéndome por alguna razón relajada al estar con ese tipo que tenía algo me hacía confiar en él; no lo sé, tal vez fuera algo en su voz ...
... o en la manera tierna y paternal con que me miraba mientras sacaba una cerveza y se la ofrecía, viendo cómo él la tomaba y se sentaba a mi lado, escuchando pronto ese sonido que produce una lata de cerveza cuando es abierta - no eres uno de esos locos que van de motel en motel buscando mujeres con quienes pasar la noche ¿Cierto? - pregunté. Él dejó salir una risilla divertida. - No, claro que no. Estoy de vacaciones con mi hija. Estamos recorriendo el país ¿Sabes? Nos quedamos en moteles de carretera para ahorrar algo de dinero y poder gastar más en los lugares que visitamos. - Vaya, suena genial. Tu hija es una chica afortunada - contesté, sin mucho interés, antes de abrir otra cerveza y darle un gran trago. - ¿Y tú qué haces en un lugar como este? - Sobrevivo con mi novio. Está en la habitación ahora mismo, mirando la televisión como un imbécil y… bueno, es que acabamos de pelear y me ordenó que le compara cerveza y que fuera por ahí a calmarme ¡Es un imbécil! - exclamé, sintiendo ese vacío en el estómago que me recordaba la pésima decisión que tomé semanas atrás - ¿Sabes algo? Hace algunas semanas me salí de mi casa pensando que viviríamos una aventura maravillosa los dos, que nuestra vida sería grandiosa y que seríamos muy felices, porque él tenía un plan, siempre hablaba de ese estúpido plan, pero nunca se me ocurrió preguntarle de qué se trataba - una risa llena de sarcasmo y dolor se me escapó - nunca me hubiera imaginado que ese plan incluía un mercado de ...