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Qué iba a saber yo (6) Sin saber por qué
Fecha: 24/10/2025, Categorías: Gays Autor: Bartowski, Fuente: TodoRelatos
... dubitativo por unos instantes antes de corresponder el abrazo. Se sentía sincero y cálido. Noté cómo me daba unas palmadas en la espalda mientras yo me refugiaba en sus brazos, apoyando la nariz en su cuello. Olía a su gel de ducha, con ese toque ligero a avellana, mezclado con su aroma corporal. No fueron más que veinte segundos, pero bastaron para reconfortarme. Al separarnos del abrazo, nos quedamos mirándonos a los ojos hasta que John rompió el silencio momentáneo. —¿Mejor? Asentí con la cabeza y le contesté: —Mucho mejor —y esbocé una sonrisa. —Así me gusta, que sonrías —y perfiló una sonrisa que coincidió con la mía. —Hum… Desvió la mirada hacia su ventana y tamborileó los dedos en el volante del coche. Estaba dudando, pero se notaba que quería decir algo. Volvió su atención hacia mí de nuevo, que lo esperaba con gesto expectante. —Verás, este finde he quedado con unos amigos para ir a una casa que tiene uno de ellos al lado del lago —empezó a comentar, y yo giré la cabeza, escuchándolo con curiosidad—. Tú… ¿te apuntarías? El plan sería entrenar allí, darnos un chapuzón si hace buen tiempo, echarnos unas risas… Creo… creo que te vendría bien para despejarte. Se le notaba nervioso y tímido al proponer el plan. Se frotó la nariz con la mano, como si le diera reparo, y terminó mirándome con unos ojos tiernos. Evité comentar su actitud; estaba claro que dar el paso de quedar fuera de clase le daba cierto miedo. No creo que tuviera por ...
... costumbre dar un paso más allá de una relación profesor-alumno con ninguno de sus estudiantes. Pero lo había hecho, y no me podía sentir más feliz por ello. A mí también me preocupaba que nuestra situación perjudicara nuestra amistad. Tampoco teníamos culpa de llevarnos bien, y no creía que eso fuera a influir con el instituto. —La verdad es que sí. Tengo el finde libre, así que por mí, genial. Solo tengo que avisar a mis padres —le contesté lo más calmado posible, para tranquilizarle. Él añadió: —Pero… Lo interrumpí, imaginando lo que iba a decir: —Sí, lo sé. No les voy a decir que voy con el profe de mates, tranqui. Les diré que voy con un amigo. Que, ante todo, es lo que eres, ¿no? Él asintió con la cabeza, despacio. Parecía que mi respuesta lo había calmado, y le hizo sonreír. —En ese caso, apunta mi número y te doy los detalles por mensaje. Nos despedimos con un apretón de manos y quedamos en que ya hablaríamos por el móvil. No recordaba la última vez que había estado tan contento de volver al gimnasio. Había sido, sin duda, la mejor decisión que había tomado. Me pude desahogar, y encima mi relación con John era más estrecha. Relajado ya en la cama, volvió a mi cabeza el sueño que había tenido en los vestuarios. Esa impotencia que sentía, y que sin embargo… estaba disfrutando del momento. Sentí la vibración del móvil, que me sacó de ese desagradable pensamiento. Lo alcancé, pensando que sería John. Pero no lo era. H: ¿Estás ...