Qué iba a saber yo (6) Sin saber por qué - Relatos Eróticos

Qué iba a saber yo (6) Sin saber por qué

... despierto?

Z: Sí

H: Perdona de nuevo por no escribirte este finde.

No sabía qué decir.

Estuve... liado

Z: No pasa nada, ya está hablado.

H: Aún pienso en ti.

En lo de esta mañana.

En cómo me abrazaste.

En cómo me besaste

Z: Yo también he estado pensando en ti. Mucho.

H: Y en cómo me tocaste… como olías mi sobaco.

Joder. Me he quedado con las ganas.

Todo el día pensando en tu boquita…

H: Mira cómo me tienes.

Me envió una foto de su miembro erecto, con el glande amoratado y brillante por su propio precum. Aquel falo moreno y peludo que ya conocía bastante bien.

La foto, por el ángulo, parecía tomada mientras él estaba tumbado en el sofá, con los vaqueros y los calzoncillos bajados.

No pude evitar tener una erección, aunque me cabreó que me enviara la foto.

Intenté calmarme. No quería ser borde con Henry, pero no estaba de humor para aguantar esa actitud.

H: ¿Ya no te gusta, mamoncete?

Z: No es eso, es que me muero de sueño…

H: ¿No me dijiste que querías quedar fuera de clase? “Emoticono del mono tapándose la boca”

H: Venga, quedamos ahora y te dejo que me comas bien el rabo.

Seguro que se te quita el sueño.

Eran ya casi las once de la noche y mañana tenía clase.

Mis padres no me iban a dejar salir tan tarde un lunes.

¿En qué estaba pensando Henry?

Apagué la pantalla del móvil y lo dejé en la mesita, sin saber que responder.

Intentaba pensar una respuesta.

El móvil volvió a vibrar.

Lo cogí ...

... con miedo y leí la notificación: más mensajes de Henry.

H: Te has quedado mudo, y eso que no tienes mi polla en tu boca. Jajaja

H: Oye… perdóname si te he ofendido con mi forma de hablar.

Pensaba que te ponía cachondo. “Emoticono de cara con una lagrima”

El último mensaje me sorprendió.

Lo leí varias veces para creer que Henry había escrito algo así.

Me quedé en shock.

Si él mismo leyera las cosas que me ha estado diciendo estos días, y cómo me está hablando ahora… diría que el que está actuando raro es él.

Z: Hey, para nada. No te ralles.

Z: Me ha gustado la foto.

Ahora te haré un homenaje antes de dormir.

Z: Estoy que caigo del sueño.

Z: Buenas noches, guapo.

Le escribí eso para que viera que yo no estaba actuando raro. Aunque, la verdad… me dolía.

Me dolía que solo me buscara cuando quería sexo.

H: Ok, Zacky.

H: Yo me haré una paja también y a dormir.

H: Nanit.

Apagué la pantalla.

Me quedé tumbado mirando al techo, con el pulso acelerado y una sensación rara en el estómago.

Sus palabras seguían sonando en mi cabeza, repitiéndose como un eco.

Zacky.

Nunca me había llamado así.

Pensaba en qué pasaría al estar a solas con Henry. Tal vez, en su casa, se atrevería a dar un paso más allá, pero no había manera de saberlo. Al menos, no esa noche.

Sacudí la cabeza, intentando borrar esos pensamientos egoístas. Ni siquiera me había parado a pensar en aquella mujer que estaba con él.

Esa pobre inocente que no ...