Su última adquisición, Cap. 9 - Relatos Eróticos

Su última adquisición, Cap. 9

... ella, y aun así, la nueva Emily parecía tan real como la lluvia.

***

Justin llamó esta vez… en medio de la jornada laboral, justo después de comerse las galletas, el queso y la manzana.

"Habrá un coche esperándote en la calle. Seguro que el conductor te reconoce. Tienes que estar a las tres".

"¿Cómo se lo explico al Dr. Ferguson?"

"Dile que tienes una cita con tu marido. Te dejará ir".

¿Esa era toda la explicación que necesitaba? Le parecía curiosa, como si el director del instituto estuviera al tanto, consciente de quién era y en qué se había convertido. Escalofriante, angustiante… no sabía cómo proceder salvo con fe y siguiendo órdenes.

Cuando el Dr. Ferguson pasó por su escritorio media hora después, lo detuvo.

"Tengo una cita con mi marido esta tarde a las tres. Disculpe la poca antelación del aviso."

"No hay problema. Esta semana hay poco trabajo, perfecto." Era un hombre a menudo absorto en sus pensamientos, tranquilo, nunca se ofendía y estaba demasiado preocupado como para darse cuenta de ello. Ese día, sin embargo, había una expresión curiosa en su rostro que hizo sonrojar a Emily, como si entendiera por qué salía temprano del trabajo, aunque no lo entendiera.

***

Emily no dejó de mirar al reloj pasando minutos hasta las 3:00 p.m. La espera resultó ser la vía perfecta para la histeria. ¿Por qué le resultaban tan inexorablemente difíciles estos momentos, si no era por su asombrosa intuición, que ahora parecía capaz de discernir ...

... cuándo estaba a punto de entrar en una escena simple o algo más alarmante? Estaba segura de que esta vez era algomás alarmante.

Divorcio. Como un caramelo ante la mano extendida de un niño. Podía saborear los sentimientos tras aquel extraño deseo y amarlos. Había habido una larga y prolongada espera desde el momento en que Justin anunció sus planes, pero ahora percibía algún movimiento en el proceso, aunque Justin no la mantuvo informada. Firmó papeles y eso fue todo.

Ese día la vistió de manera más formal; tal vez esa fue su primera pista. El traje azul claro era lo más elegante de su armario, más sexy que la mayoría de su ropa de no esclava, con una larga abertura en el lado izquierdo de la falda hasta la rodilla y una pronunciada "V" en el escote de su chaqueta. Lo había elegido apenas un mes antes de sorprender a Justin con su descubrimiento sorpresa y solo se lo había puesto dos veces. Había una blusa de seda blanca debajo de la chaqueta, pero la habían reemplazado por una blusa transparente de manga corta con diseños de brocado estratégicamente colocados sobre cada pecho. Por suerte, no necesitaba quitarse la chaqueta en el trabajo; aunque una vez bajo la supervisión directa de su amo, no podía estar tan segura de no desnudarse ante un público absorto.

A diferencia de muchas mañanas, no había arnés ni consolador, sino un par de hermosas medias de seda blanca y un par de zapatos de tacón nuevos.

A las tres en punto, ya estaba en la calle, y la esperaba un Lincoln ...