Su última adquisición, Cap. 9 - Relatos Eróticos

Su última adquisición, Cap. 9

... azul marino con asientos de cuero color canela. Recordaría para siempre el olor del interior del coche; el aroma a humo de cigarro y sexo parecía inundarle la nariz. Podría jurar que alguien acababa de tener relaciones sexuales en el asiento trasero del Lincoln.

Quizás hubiera sido prudente prestar atención, mientras el conductor serpenteaba por las calles de la ciudad, para poder volver sobre sus pasos si la cosa se ponía fea. Pero la idea no se le pasó por la cabeza hasta que estuvo a cierta distancia del instituto, en una zona desconocida pero con mucho encanto. Árboles maduros bordeaban calles con elegantes casas adosadas de ladrillo, cada una adornada con jardineras o elegantes pedestales, junto a puertas de madera pulida y ribetes de latón. Entre pequeños apartamentos y grandes casas familiares se encontraban algunas oficinas de lujo, principalmente en las intersecciones más transitadas. Cuando el Lincoln se detuvo frente a la oficina de un abogado, Emily no se sorprendió en absoluto; aunque su corazón seguía latiendo de ansiedad al comprender mejor la naturaleza de este viaje. La oficina del abogado estaba ubicada en uno de los edificios más grandes del perímetro del barrio, de al menos cinco pisos, con un aparcamiento en el sótano.

Cuando el conductor abrió la puerta del coche, giró los pies, mirando hacia afuera y hacia arriba, maravillada tanto por el imponente edificio de ladrillo como por las emociones que lo acompañaban. Ya estaba acostumbrada a la ...

... excitación, a que se le presentara en tantas formas y circunstancias diferentes: desde eventos bien planeados como este, obviamente, hasta aventuras más espontáneas, o incluso ataques sorpresa cuando su marido, de repente, exigía gratificación instantánea. Dos noches antes, después de acostarse con la muy ruidosa kari en su habitación, mientras Emily escuchaba desde el solitario cuarto de costura con la mano entre las piernas, Justin apareció en su habitación, con la polla erecta de nuevo. Usó su culo como lo había hecho casi a diario durante las últimas semanas. Tenía el chocho tan completamente líquido que no se molestó en untarle el trasero. Unos cuantos dedos de su abundante néctar fueron suficientes para facilitar la entrada y poder follársela que era lo que él necesitaba.

Hoy se veían todas las señales de algo extraordinario, escritas entre líneas en cada postura, cada movimiento, cada decisión cuidadosamente meditada de su amo.

Emily se movía con aplomo, con cuidado, respirando hondo, intentando actuar como una esclava experimentada, no como la novata asustada y nerviosa que era bajo la apariencia de calma.

Evanston, Marshall & Associates.

El bufete existía desde siempre, aunque los Sres. Evanston y Marshall llevaban muchos años fallecidos. Su bufete era discreto, eficiente y con principios, si bien no de los que tenían los asociados más ricos. No estaba claro por qué Justin los había elegido para gestionar su divorcio, al menos no hasta que Emily llegó al quinto ...