Su última adquisición, Cap. 9 - Relatos Eróticos

Su última adquisición, Cap. 9

... por él.

"¿Venderla?" se rio entre dientes con sarcasmo. "Quizás a algún sultán por una noche, ¿pero venderla de verdad? ¡Ni hablar! Sería una locura. Vale una fortuna para mí, ya sea que la mantenga como mi esclava personal o la convierta en miembro regular del Gremio. Calculo que puedo jubilarme con el dinero que me traerá. Es un riesgo, un sacrificio quizás... pero el sindicato negro la devorará en un instante, y hay amos por todo el mundo que revisan nuestros archivos buscando mujeres comoem para que les sirvan. ¿Has conocido alguna vez a una mujer tan devotamente obediente, tan dispuesta, tan inconsciente?"

"No, no puedo decir que sí."

"Entonces, ¿de verdad entiendes lo valiosa que es?"

"Sí que lo es. ¿Y esperas que Charles y Evelyn la preparen para lo que quieres?"

“Les estoy usando para establecer los modos de mi propiedad. Para cuando llegue ahí, le habré dejado claro mi punto.Entenderá que es una esclava y nada más. Y entonces… Charles y Evelyn podrán hacer de niñeras; ya sabes que Charles siempre está filosofando sobre nuestro estilo de vida.em necesitará ese tipo de consuelo. Y Ev simplemente la devorará, ahora que puede. Cuidarán bien de mi propiedad y ese es todo el entrenamiento que necesitará para prepararse para lo que se proponga.”

“¿Conocen tus ...

... planes?”

“Solo lo necesario.”

“Nunca pensé que llegarías a tales extremos con ella,” Dylan estaba realmente asombrado.

“Tú mismo lo has hecho, Kincaid,” le reprendió Justin.

“Pero no mi esposa.”

“Y tú no tienes una esposa que le haya dado la vuelta a la tortilla.”

“Algunos amos se habrían alegrado muchísimo de descubrir unaem en su cama cuando encontrar buenas esclavas no es tan fácil.”

“No tengo problema en encontrar esclavas.em era mi esposa, y eso es lo que quería que fuera. No puedo aceptar que decidiera cambiar. El cambio podría haberle gustado, pero a mí no. Supongo que con lo que ha pasado le estoy haciendo un gran favor al mundo del sadomasoquismo, poniéndola en el mercado para que todos la disfruten. Eso me saca del atolladero y,realmente, me excita mucho; supongo que esa es mi recompensa. Créeme, estará feliz. No lo haría si no lo creyera.”

“Supongo que lo de estar ‘jodido’ no dura mucho contigo,” observó Dylan.

"Solo estoy jodido cuando recuerdo lo que tenía antes y lo echo de menos," se encogió de hombros. “Luego lo supero, recuerdo lo que puedo crear para mí y para ella, y me encuentro bien.”

Este no era el final que Dylan Kincaid predijo para la bellaem.

Pero él tenía sus propios planes. Donde Justin Booker inevitablemente fracasaría con ella, él triunfaría.