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La Vecina es la Perra de la Fiesta
Fecha: 10/11/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: el Bardo, Fuente: TodoRelatos
... me lo podía creer, o sea, él y su familia tienen mucho dinero, pero aun así entregó todo, sin pelear -Romina suspiró- Lo bueno es que ese niño se pudo volver a reunir con su madre... ¿ella está bien? -Claro que está bien, bastante bien, de hecho. La conociste, es una barbie, casi, hermosísima -Cristina sonrió- ¿Y todo esto? ¿para la noche? Cristina les dio un vistazo a los mesones de la cocina, llenos de vasos y platos. Romina soltó un prolongado bufido. -Si... esperaba que él me ayudara, pero se mandó a cambiar temprano en la mañana. -Pero yo puedo ayudarte. -Ay, no, estás de vacaciones. -No, yo te ayudo Romi... ¿te parece bien si pedimos unas pizzas en vez de cocinar algo? -Romina se quedó algo muda, consternada por esa idea de que debía cocinar, pero agradecida asintió. -Luego de almorzar debo ir a dejar a los peques con mis padres y después buscar la torta de mi marido. -¿Él no hará nada? -Hacía unos clics en la aplicación de delivery para pedir las pizzas- Está bien que sea el cumpleañero, pero no es un niño. Romina se encogió de brazos, derrotada. -Agustín debe estar grande -La prima de su marido puso los ojos algo en blanco mientras le asentía. -Grande y mamón. -Bueno, es hijo único, es normal -Cristina meneó la cabeza, poco convencida. -No es hijo de Felipe, pero a ratos parece que lo fuera... siento que se parecen demasiado. -Felipe ha sido un gran padrastro, de verdad que te sacaste la lotería con él. -Si fuera un poco ...
... más despierto, quizás estaría de acuerdo contigo. Romina, sinceramente, sentía que ninguna de las dos se había sacado la lotería con sus maridos, pero notó que Cristina estaba más de cerca que ella de eso. No consideraba a Felipe atractivo ni nada, pero si lo encontró un hombre inteligente, aunque demasiado servicial con su mujer. No sabía en qué estaba la esa relación en esos momentos pero, la última vez que los vio juntos hace unos tres años, parecía que ella mandaba demasiado... quizás su alma de profesora de tener todo bajo control. “Aunque este idiota me dio dos hijos que amo con el alma... quizás estamos empatadas” se dijo Romina, viendo desde la cocina a sus niños correr por el jardín trasero. Los peques fueron los más felices con las pizzas pedidas por la tía Cristina y los regalos lograron romper varias barreras entre ella y ellos. Le hicieron muchas preguntas, unas cuantas lograron sacarle sendas carcajadas a ella y un par también le sacaron a su madre. Luego los subió a su Ford Bronco y con ambas mujeres al frente llevaron a los niños hasta la casa de los padres de Romina. Estaban contentos, porque los peques disfrutaban un montón con sus abuelos, pero algo le molestó que hubieran gastado dinero en regalos para Simón. Se los aceptó a regañadientes y los acomodó en el maletero. -¿Será mucha gente? -Le preguntó Cristina, con su cabeza apoyada en su mano mientras esperaban a que el semáforo diera el verde. -Bastante, la verdad... tu primo no quiso dejar a ...