1. Julia, la farmacéutica (2)


    Fecha: 19/11/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Jano, Fuente: CuentoRelatos

    ... striptease, sí, como hoy… Eso le saldría bastante barato. ¡Va, salgamos!
    
    -No, Julia. Espere, a ver… no sé… por lo menos… -me agarro el paquete con las dos manos, como si se lo ofreciera a la chica. –Usted podría… es que estoy a punto de reventar.
    
    -A ver, es que ha pasado mucho rato y el señor Boscos se va a enfadar.
    
    -Ya, claro, quizá va a sospechar algo.
    
    -No, no es por eso. Pero él no quiere que esté tanto rato aquí, con un cliente. A ver, podría hacerle una paja, pero ya le digo, gratis, no.
    
    -Es que no llevo casi dinero en metálico. Solo unos treinta euros.
    
    -Uy, con eso no le llegaría ni para que le enseñara una teta. Pero hay confianza. Ya lo pagaría otro día. Y si no, pues paga usted con tarjeta.
    
    -¿Con la tarjeta?
    
    -Espere, voy a hablar con el señor Boscos –sale con la batita a medio abrochar y sin bragas ni sostén debajo.
    
    Vuelve al cabo de unos cinco minutos.
    
    -Bueno, el señor Boscos deja que le atienda un ratito más. Comprende que, al ser la primera vez, debamos hablarlo y todo lleve más tiempo. ¿Así, qué? ¿Se decide, don carpintero? –me da un besito en los labios.
    
    -¿Me decía que podría pagar con tarjeta?
    
    -Sí, sí, sin ningún problema.
    
    -¿Pero es que usted tiene un aparato de esos para cobrar un servicio tan especial?
    
    -No, claro que no. Cuando terminemos y salgamos, le cobro con el aparato de la farmacia. Luego ya echamos cuentas con el dueño.
    
    -¿Ah, sí?
    
    -Sí, no se preocupe. A ver, es que el señor Boscos siempre se queda con ...
    ... una parte. Depende del servicio. Por una paja un ochenta por ciento. O por una mamada, un setenta por ciento. Por un striptease, un noventa. Si dejo que me mamen los pechos o que me los lamen o besen y eso, un ochenta y cinco. Si el cliente quiere ver cómo me corro con sus dedos en mi chocho o en mi culo, un sesenta. En cambio, si follamos con el cliente, él solo se queda un cuarenta.
    
    -Oh, nunca habría pensado que el señor Boscos… Oiga, y si, por ejemplo, a usted la… quiero decir…
    
    -¿Si me dan porculo? ¿Esto le ha llamado la atención, verdad? Pues mire, es lo que prefiero, porque en ese caso el dueño solo se queda un treinta. Y como a mí me gusta que me la metan en el culo, pues eso. Es que no sé, me excita un montón y me hace sentir muy guarra.
    
    -Ya entiendo. Es lo que siempre decía mi exmujer. Que no, que no y que no. Que se sentiría como una cualquiera.
    
    -La comprendo. Es como me siento yo. Pero me da morbo. Y como además, cuando me follan el culo me quedo con la mayor parte del dinero, pues eso. El cliente paga mucho y el dueño solo se queda un treinta por ciento.
    
    -Así que el señor Boscos se queda con un menor porcentaje como más… digamos…
    
    -Sí, como más fuerte es el servicio que hago al cliente. Claro, como es mucho mayor el precio, por ejemplo, de me follen, a él ya le está bien tener un menor porcentaje.
    
    -Claro, ya entiendo.
    
    -Aunque a veces, el señor Boscos prefiere… digamos… cobrar en especie, ya me entiende. A él le encanta mamarme los pechos, como ...
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