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Compañeros - Capítulo 23: La mirada de Carlota
Fecha: 22/11/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: nowbly, Fuente: TodoRelatos
... tranquila. Logro dormir una siesta reparadora de un par de horas, con el móvil en silencio. Cuando despierto, me encuentro notablemente mejor: un poco adolorida aún, pero llena de energía anticipando la noche. Preparo la casa para la “reunión”: limpio el jacuzzi del dormitorio principal (sí, tenemos un jacuzzi espectacular en la suite de mis padres, que casualmente están en Bali ahora mismo), pongo sábanas limpias en la gran cama king, y bajo a la cocina a encargar por delivery un montón de sushi, bebidas y snacks. Quiero que todo esté listo para que nada nos interrumpa luego. A eso de las ocho, Daniela llega. La recibe una Carlota recién duchada de nuevo, en leggings cómodos y una camiseta corta. En cuanto abro la puerta, Dani me saluda con un gritito emocionado. —¡Cuenta, cuenta! —exclama casi antes de soltar su bolso. Nos damos dos besos en las mejillas y entramos al salón—. ¿Qué fue de ti anoche, loca? ¿Te fuiste con el buenorro ese? Me sonrojo y asiento con una sonrisita culpable. Nos dejamos caer en el sofá. —Mmm, puede… —digo haciéndome la misteriosa. Daniela me pega en el brazo suavemente. —¡Guarra! Sabía que sí —ríe—. Te vi la cara. ¿Qué tal, eh? ¿Estuvo a la altura? —Buf… —pongo los ojos en blanco dramáticamente—. Ya te imaginarás. —¡Tía, qué envidia! —Daniela me zarandea del hombro, muerta de curiosidad—. Yo me quedé con un par de tiburoncitos de piscina, nada del otro mundo. Encima pensando en lo que habrías estado haciendo tú… Me vine a casa ...
... calentísima y me tuve que apañar sola. —Hace un puchero cómico. —Pobre… —rio—. Bueno, esta noche resarcimos eso, ¿no? —Le guiño un ojo. Ella sonríe, recordando. —¿Les dijiste ya a los chicos? —¡Sí! —digo entusiasmada—. Hablé con Miguel hace rato y están los dos dispuestos. Llegan sobre las nueve. Daniela aplaude suavemente. —Genial. —La veo morderse el labio, con mirada pícara—. Tenía unas ganas… —¿De Luis? —me burlo, dándole un codazo amistoso. —¡Pues sí! —admite sin tapujos, echando la cabeza hacia atrás en el sofá—. Tía, menudo cuerpo tiene ese cabrón. La entiendo: Luis es un portento físico. Alto, atlético, con esos hombros anchos y abdominales marcados… Y además carisma de sobra. —Lo sé —asiento—. Está buenísimo. —Cuando lo hicimos en Formigal… uf —Dani se abanica con la mano exagerando—, casi pierdo la cabeza. ¿Te conté que luego, al volver a Madrid, quedamos a solas una tarde? —Me mira de reojo con picardía. —¿En serio? —esto me pilla en fuera de juego—. No, no sabía. ¿Y qué tal? —Pues que confirmo que me encanta cómo folla ese tío —suelta ella riendo—. Nos encerramos en mi coche, imagínate, aquí cerca de su residencia… Casi me la lía un guardia urbano por escándalo público. —¡Ay, zorra! —le empujo riendo—. No me contaste nada, mala amiga. —Fue muy de imprevisto… Y bueno, luego él se fue a Granada a ver a su familia y no hemos concretado más. Pero vamos, que esta noche quiero más. —Sus ojos brillan de lujuria. —Lo tendrás —le ...