1. Mónica DELUX (1): Primavera, tres pollas jóvenes y mi culito.


    Fecha: 23/11/2025, Categorías: Anal Autor: Monica DELUX, Fuente: CuentoRelatos

    ... tratase de adquirir más volumen del físicamente posible. Rápidamente volví a cubrirlo y me dispuse a reclamar mi primera prenda. Entonces Alonso se me adelantó.
    
    ―¡Eso no vale, tramposa! ―exclamó malhumorado―. No puedes taparte lo que enseñes hasta que el juego termine o te des por satisfecha con las prendas recuperadas―. Se dispuso a darme la blusa a la espera de que yo sacase de nuevo el pecho.
    
    -¡Bien!… ¡Ya está fuera!… ¡Ahora dame la blusa!
    
    Entonces hizo algo que consiguió sacarme de mis casillas. El muy hijo de su madre escondió la blusa bajo su brazo y me lanzó uno de los calcetines, como el que da limosna a un pordiosero o de comer a un perro.
    
    ―¡¡ERES UN HIJO DE PUTA Y UN CABRÓN!! ―le grité con todas mis fuerzas―. ¿Para qué coño quiero yo un calcetín?
    
    Colocando el dedo índice delante de sus labios y chistando, me replicó del siguiente modo:
    
    ―¡Moni, Moni, Moni…! Cuida ese lenguaje si no quieres volver a casa tal y como estás. Imagina la cara que pondrán tus padres al verte aparecer como una cualquiera. Porque no tienes llaves y tendrás que llamar al timbre… ¿NO?
    
    Decidí tragarme la rabia y terminar cuanto antes, en vista de que aquellos bastardos no tenían intención de ceder. En el fondo no me importaba mostrarles mi cuerpo, porque no serían los primeros ni los últimos que lo viesen, pero me daba rabia que me tomasen el pelo o quisieran humillarme.
    
    Resignada, les mostré el otro pecho y el sujetador cayó hasta la cintura. Ambos senos parecían ...
    ... inquietos y temblaban junto con el resto de mi cuerpo. Pero con dos calcetines no tenía ni para empezar…; cualquiera que me viese de aquella guisa me tomaría por una puta; necesitaba recuperar al menos el pantalón y la blusa, lo que me supuso sacarme del todo el sujetador y quitarme la braguita. De esa forma quedé como la Venus de Botticelli, totalmente desnuda y cubriéndome las vergüenzas con ambas manos, solo que aquellos canallas no eran precisamente los ángeles que aparecen a su lado en el cuadro.
    
    LA PRIMAVERA LA SANGRE ALTERA
    
    Con toda la ropa recuperada, me dispuse a vestirme, sin decirles nada y tratando de mantener la calma. Lejos de pensar en posibles represalias, lo único que tenía entre ceja y ceja era marcharme lo antes posible. Me agaché para enfundarme el pantalón y cuando quise darme cuenta les estaba mostrando una panorámica de mi trasero. Entonces sucedió algo que me llamó la atención. Fue al girar la cabeza hacia ellos y ver cómo me miraban. Noté que la mirada de lobos hambrientos había desaparecido y que lo hacían con ternura, o puede que con arrepentimiento. Pensé que eran chicos recién salidos de la adolescencia y que como tal se habían comportado, sin valorar los pros y los contras. Pero Alonso me gustaba y notaba un brillo especial en sus ojos azules mientras me miraba, impasible y sin mover un músculo. Entonces, sin previo aviso, un par de calambres recorrieron mi cuerpo desde los muslos hasta el estómago. Noté cómo el coño experimentaba pequeñas ...
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