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Mónica DELUX (1): Primavera, tres pollas jóvenes y mi culito.
Fecha: 23/11/2025, Categorías: Anal Autor: Monica DELUX, Fuente: CuentoRelatos
... No pasa nada. Todo está olvidado porque en el fondo ha sido algo diferente; al menos hemos salido del aburrimiento y la rutina diaria. ―Alargué mi brazo y toqué su mejilla con la cara externa de mi mano derecha―. Entiendo que tenéis una edad difícil y que no hay muchas oportunidades para chicos como vosotros, con ganas de pasar un buen rato sin que ello os lleve al altar. Somos pocos y nos conocemos todos aunque… a unas más que a otras ―añadí con cierto retintín refiriéndome a mí misma. ―Cuanta razón tienes, Moni ―respondió con una leve sonrisa en su rostro. La conversación consiguió que me relajase y sintiese a gusto. Dejé de pensar en lo ocurrido y sin pretenderlo mi cuerpo reaccionó de forma caprichosa. Primero estiré los brazos en un claro gesto de pereza. Acto seguido mi cuerpo giró hasta colocarse mirando al cielo. Cuando quise darme cuenta, mis piernas habían quedado flexionadas y ligeramente separadas. Una ligera brisa acarició mi sexo desnudo y de nuevo mi cuerpo se estremeció. Aquella situación me estaba poniendo más cachonda de lo normal. ―Decidme la verdad ―dije con voz melosa mientras enredaba un mechón de mi cabello con uno de mis dedos―. ¿Lo de antes ha sido para poder pajearos esta noche con una imagen mental más o menos reciente y real? Imagino que internet llega a cansar pasado un tiempo…. ¿No? Los tres negaron con la cabeza, algo que me dejó descolocada pues tenía plena certeza de que se trataba de eso. ―Entonces… ¿Pensabais que iba a caer en ...
... vuestros brazos tan fácilmente y que me iba a dejar follar por los tres? ―pregunté con cierta incredulidad. Su silencio y las miradas que se cruzaron fueron totalmente concluyentes. Un ligero rubor afloró en las mejillas de mis amigos y ninguno se atrevía a mirarme a los ojos. Mis carcajadas resonaron por toda la hondonada, rebotando en las paredes escarpadas que nos rodeaban. Tanta timidez repentina me enterneció y separé las piernas lo suficiente para que entrase sin dificultad una cabeza. Retomando el tono meloso, les dije: ―Pues bien. Si queríais follarme… esta es vuestra oportunidad. Pero antes tenéis que calentarme un poquito más. El primero que me coma el coño dejo que sea el que me folle en primer lugar. Y esto es innegociable ―terminé bromeando con algo que a los cuatro nos resultaba familiar. Íñigo no se lo pensó dos veces y se arrodilló entre mis piernas. Con delicadeza me abrió la vulva, separó los labios vaginales y comenzó a deslizar su lengua de arriba abajo a lo largo del canal. De vez en cuando se detenía para entretenerse con el clítoris. Aunque era un poco torpe a la hora de hacerlo, he de reconocer que estuvo a punto de arrancarme un orgasmo. ¡Cómo me hubiese gustado regalárselo! Contenta con el goce recibido, me coloqué de medio lado y levanté la pierna izquierda cuanto pude para que Pedro tomase la iniciativa. De esa forma pude ladear la cabeza y buscar la polla dura y tiesa de Alonso. Él también se ladeó un poquito para facilitarme la labor ...