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Un Teniente…, ¡muy jovencito!
Fecha: 26/11/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: marel, Fuente: TodoRelatos
... pezones, ¡muy tiesos de mi excitación!. = ¿te gusta?, me preguntaba el muchacho, como para asegurarse de mi condescendencia, que la tenía de antemano. = ¿te gusta?, volvía a preguntarme, + ¡sí corazón…, me gusta…, me gustas…, síguele…, dame tus dedos, cariño…!, le respondí, y el chico se puso a darme su dedo, sus dedos, sus manos; ¡a manosearme todita!, con mi completa condescendencia, y sin dejar de besarnos apasionadamente. Al llegar a la Unidad, donde vivíamos las dos, ella y José Antonio se fueron a casa de ella, de Nayeli. Santiago me quiso abrazar, pero no me dejé, caminé de prisa a mi depa, pues andaba con muchísimos temores y pena, no me fuera a ver algún conocido o vecino. Abrí la puerta y volví la vista hacia él, quien quiso besarme, pero no lo dejé. Nos metimos a mi casa y ahí sí: ¡nos dimos un gran beso en la boca!, y luego me recorrió mis piernas hasta mis muslos, hasta por arriba de la mitad, ¡hasta llegar a mis nalgas!. ¡Estábamos pensando en el coito: yo lo estaba deseando!. Mis senos se me notaban erectos. Era ya de madrugada, pasaba de las 2 de la mañana. Estaba en el sofá de la sala, abrazándome con ese muchacho, ¡tan jovencito!, que acababa yo de conocer hacía apenas un rato. ¡No se qué era!, pero: ¡era algo salvaje!. ¡Me apretaba contra de él!, ¡me acariciaba todo mi cuerpo!, de manera vulgar y descarada, como lo venía haciendo en el coche. Sus labios se restregaban contra de mi boca y su lengua me llenaba de saliva el ...
... cuello, orejas y nuca. Me levantó mi vestido, me pasó las manos por debajo y me acarició mis intimidades, de adelante y de atrás, y me volvió a preguntar: = ¿te gusta?, + ¡me gusta...!, le dije, musitándolo entre suspiros: + ¡me gustas mucho, Santiago…!, frase que le emocionó y entonces: = ¡desvístete…!, me gusta que las putas con las que cojo se desnuden delante de mí, ¡para calentarme muy duro…!. Parándome a la mitad de mi sala, me pasé las manos por detrás del vestido rojo que llevaba; me bajé el cierre y la parte frontal del vestido cayó hacia adelante, mostrándole así mis tetitas…, que ya estaban con los pezones erectos, de la enorme calentura que yo tenía; ¡estaba deseando coger!, ¡que me llenara de verga y de mocos!. + ¡Mámame..., mámame mis chichitas...!, le pedí, y el chico me complació. Se puso a mamarme, bien rico, alternando mis senos, el derecho e izquierdo, succionándolos muy sabroso, hasta que comencé a buscarle su pene, y me puse a frotarlo por encima de su pantalón, cosa que le dio mucho gusto al muchacho, quién de inmediato me preguntó: = ¿Ya quieres mi verga, mamita..., la quieres...?. Y yo se lo confirmé: = ¡Sí Santi..., ya dámela..., por favor...!. Al instante procedió a retirarme el vestido, por debajo de mis pies y aparecí con mis medias, con mi liguero y mis pantaletas rojas. = ¡Te ves rete puta mamita…!, me dijo ese chico y, procedió a bajarme las pantaletas, y de manera inmediata, estando parados los ...