1. Unos pantalones demasiado cortos; la nena del tren


    Fecha: 03/12/2025, Categorías: Hetero Autor: GataMojita, Fuente: TodoRelatos

    ... con sorprendida intermitencia, percatándose de aquella peligrosa aproximación. Su asombro se vuelve pasmo al asimilar ese interrogante. Tras una pausa silenciosa, mira a sus expectantes compañeros y pregunta:
    
    .
    
    -¿Por qué?- pregunta con un tono muy bajo que casi escapa al oído de su interlocutor.
    
    -Porque sí- contesta él devaluando el valor del interrogante.
    
    -Es que… No… Estoy con mis amigos- se pronuncia ella, aún perpleja.
    
    -¿Estás segura?- replica él a modo de súplica.
    
    -… … Sí- añade terminando con el rostro estático y a la expectativa.
    
    -De acuerdo… … Perdona-
    
    .
    
    Fausto le mantiene la mirada mientras da unos pasos hacia atrás. Siente la censura de los pasajeros más cercanos, pero no le preocupa demasiado. A medio camino se da la vuelta, y regresa a su localidad. Se sienta adaptando su postura para que su cabeza no supere el nivel de los asientos. Avergonzado valora lo que acaba de hacer en busca de una nueva objetividad.
    
    “¿Qué ha sido eso? ¿Un ridículo espantoso? ¿Un lamentable, inapropiado y baboso arrebato?”
    
    Mirando la cordillera fugaz de árboles que parece abofetearle tras la ventana, nota, por otro lado, el alivio que le proporciona esa descompresión pintada de derrota, aunque aún tiene el corazón comprimido, y el aliento del bochorno en su cogote.
    
    De pronto ocurre algo que da un vuelco a sus evaluaciones: Tras el escaso ángulo que le ofrece el asiento delantero, aparece el rojizo pelo de Andrea, quien se aproxima buscándolo con la ...
    ... mirada.
    
    Fausto reacciona con sorpresa y, con menor sobriedad de la que quisiera aparentar, recupera una posición más elegante.
    
    Ella se detiene junto a él y acaricia el sillón, efectuando una sugerente pausa antes de hablar:
    
    .
    
    -… … … … ¿Me puedo sentar?- pregunta con un tono algo juguetón.
    
    -Claro, Andrea. Siéntate- responde él talmente como si nunca hubiera roto un plato.
    
    -¿Cómo… … cómo sabes mi nombre?- se extraña mientras toma asiento grácilmente.
    
    -Es que… … tengo ese poder, es uno de tantos que tengo- responde enigmáticamente.
    
    -¿Ah, sí? ¿Y qué más poderes tienes?- añade ella siguiéndole el juego.
    
    -Uno de mis poderes más preciados es el de conquistar chicas muy guapas-
    
    -Ah, ¿y se supone que estás conquistándome ahora?- plantea con incredulidad.
    
    -¿Cómo? He dicho "a chicas muy guapas", ¿Acaso te consideras una chica muy guapa?- le asesta él tomándole la delantera.
    
    -Pues sí- contesta indignada -¿Si no para que me has pedido que te acompañe?-
    
    -Quería hablarte de una cosa. Verás: tú eres solo una niña, ¿estamos de acuerdo?-
    
    -No- le desmiente ella con escueta rotundidad.
    
    -¿No? ¿Cuántos años tienes?-
    
    .
    
    Andrea sopesa el mentir, pero termina diciendo la verdad:
    
    ANDREA: Emmm… … casi--.
    
    FAUSTO: ¿Y, siendo tan niña, no te da vergüenza lucir así tu culo?
    
    ANDREA: N0o0h. No enseño el culo, ¿vale?
    
    FAUSTO: Pues yo he visto gran parte de tu anatomía trasera cuando subías las escaleras.
    
    ANDREA: porque, Porque… … porque no ...
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