1. Unos pantalones demasiado cortos; la nena del tren


    Fecha: 03/12/2025, Categorías: Hetero Autor: GataMojita, Fuente: TodoRelatos

    ... el aire es caliente. Los arbustos y los árboles cercanos se mueven con cada ráfaga. A lo lejos se ve gente paseando, ajenos a lo que está a punto de ocurrir en esa estancia elevada.
    
    Andrea se asoma. A su espalda, de rodillas, Fausto relame sus piernas. Hace hincapié en los límites de sus nalgas a la vez que recorre esos sublimes muslos con sus manos. Ya se ha quitado la camiseta, y ahora se adentra en la blusa de su cómplice.
    
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    -A ver si te crecen ya las tetas, niña- le dice burlándose de ella mientras se cuela bajo ese prescindible sujetador.
    
    -Cállate, tonto. No las tengo tan pequeñas, ¿vale?- protesta ella reafirmándose.
    
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    Fausto no puede aguantar más, y se apresura a desabrochar esos escuetos pantalones que tanta ansiedad le han causado hoy. Al bajarlos, aparece en escena un pequeño tanga azul oscuro que combina con la primaveral blusa estampada de la muchacha. Tan diminuto atuendo interior revela, por completo, la palidez de las nalgas de la nena; pintando una piel que aún conserva las sutiles marcas de sus ya desterrados shorts tejanos.
    
    Con la prisa de un bombero que ha de apagar un incendio, Fausto se desabrocha sus propios pantalones y libera su poderosa manguera. Andrea se sobresalta al contemplar el tamaño de ese trabuco, pero, aun así, no deja de ser precavida.
    
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    ANDREA: Espera, espera… … Todavía no.
    
    FAUSTO: ¿Qué te pasa? ¿Qué ocurre?
    
    ANDREA: ¿Tienes condón? No quiero que me preñes.
    
    FAUSTO: No… … no… … no, tranquila, no me ...
    ... correré dentro.
    
    ANDREA: No, pero es que… … No me fío, tío, que sería un marrón para mí.
    
    FAUSTO: Entonces… … por el culo. ¿Te hace?
    
    ANDREA: No sé, es que… … tan de repente…
    
    FAUSTO: Me estás matando. Dime que es lo que quieres; dímelo y lo hago.
    
    ANDREA: Espera.
    
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    La chica observa como la polla de Fausto se mueve levemente mientras sus pantalones desabrochados caen a la altura de sus tobillos. Con cierta prisa, Andrea se apresura para desvestir su torso, y se queda solo con el tanga y con sus femeninas bambas.
    
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    ANDREA: Qué grande que la tienes.
    
    FAUSTO: No, no… … En el fondo, la tengo muy pequeña, pero tú me pones tanto que me la has desatado, y se me han desgarrado los tejidos internos.
    
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    Ella exhala una carcajada por semejante ocurrencia, pero intenta recuperar el silencio como si alguien pudiera oírles.
    
    Los bóxers negros de Fausto siguen abrazando sus muslos, como intentando mantener un poco la decencia de su dueño.
    
    Andrea le empuja para sentarlo sobre el ancho alféizar de la ventana. Sin dejar de gobernarlo le ordena:
    
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    ANDREA: Siéntate. Ya verás.
    
    FAUSTO: No me tirarás al vacío, ¿no? Que está muy alto.
    
    ANDREA: !Que no, idiota! Te voy a hacer algo que no le he hecho nunca a nadie.
    
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    Andrea le sujeta el trabuco mientras termina su última frase.
    
    Fausto duda que una chica tan provocativa no haya hecho nunca una mamada, pese a su temprana edad, pero eso no le preocupa demasiado.
    
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    FAUSTO: ¿De verdad que no has hecho ...
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