-
Tocalas, bebito mío.
Fecha: 07/12/2025, Categorías: Hetero Incesto Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30
... quieras algo de alguna mujer … Prométemelo … Me lo debes prometer porque mamá estará contigo ahora y siempre … Todo mi ser es para ti y solo para ti … Me hizo girar, su pene resbaló de mi culo cuando posó sus labios sobre los míos. —Te lo prometo, mamá … Sostuve su polla en mi mano y lo besé entusiásticamente porque su promesa me hizo feliz y comprender que en su vida existiría solo yo. Fue maravilloso estar con él ahí esa noche y desde ese día él cumplió su promesa y lo tuve siempre a mí lado. Pasamos cuatro años felices en ese pueblo, luego él se graduó. Nunca él faltó a su promesa y me amaba y hacía de todo por tenerme satisfecha y contenta. Siempre me estaba demostrando su amor. Incluso cuando me resentí en un momento de depresión y me vinieron dudas y celos. Pensé que estaba siendo egoísta con él al no permitirle frecuentar chicas de su edad e hiciera una vida diferente. Le dije que los años pasaban y yo me estaba haciendo vieja para él y que eso no iba a cambiar, no se puede detener el avance de la edad. Un día le dije. —Mauro … Me quedaré contigo hasta que termines de graduarte … Después puedes marcharte y hacer lo que tu quieras … Me miró interrogativamente, luego se rio y me dijo. —¿Te volviste loca, mamá? … ¡Acaso crees que saldré por esa puerta y dejaré al amor de mi vida? … ¿Piensas que la gente que tiene algunas canas no necesita hacer el amor? … ¡Olvídalo, mami! … ¡No iré a ninguna parte sin ti! … Luego me tomó en sus brazos y me beso ...
... como un ardoroso amante besa al amor de su vida. Y no se fue. Se graduó y él encontró un trabajo en una ciudad del sur. Me llené de canas y él no me dejo teñir mis cabellos. Me acostumbré a mis hebras de cabellos plateados en mi cabeza, pero no los soportaba en mi coño, así que un día en que él no estaba, me fui al baño y me afeité completamente, mi piel quedó blanca y limpia como de una recién nacida. Estaba preocupa porque no lo consulté con él, pero se me pasó toda preocupación cuando él me vio y pasó media noche chupando y lamiendo mi panocha. Tuvimos tanto sexo todas las veces que queríamos. Esperaba que su deseo y el mío disminuyeran, pero eso no sucedió. Puedes que ya no nos quedáramos toda una noche despiertos, pero jamás pasó un día sin que no tuviéramos un encuentro sexual. Nos complementábamos perfectamente y nos conocíamos perfectamente, casi no teníamos ni que hablar; él sabía lo que yo quería y yo lo contentaba con todas sus necesidades. Éramos el uno para el otro. Pero sucedió algo que aclaró y confirmó todo eso. Mauro trajo a casa uno de sus amigos y me preguntó. —Mami, este es mi mejor amigo … Se llama Lucio … Siempre me comenta lo hermosa que eres y siempre tiene halagos para ti … ¿Te gustaría sí yo y Lucio tenemos sexo contigo? … No me sentí tan sorprendida por su pregunta, tanto sé que a los hombres se le ocurren fantasiosas ideas, así que respondí. —No estoy segura de sentirme cómoda teniendo sexo con otra persona … Pero te amo tanto, cariño … ...