Una herencia familiar muy complicada XI - Relatos Eróticos

Una herencia familiar muy complicada XI

... pero claro, en algún momento tenia que explotar el muchacho.

Poco a poco, los cuatro fueron recuperando el resuello, sin dar ninguna evidencia de que lo que acababan de hacer les supusiese ningún tipo de problema, al contrario, se les veía a los cuatro contentos, alegres y felices, y tras lavarse y asearse, pues estaban todos sudorosos, Teresa fue hasta su montura y trajo unas toallas que llevaba en unas alforjas, se secaron, se vistieron y tras montar de nuevo, iniciaron el camino de vuelta comentado de forma festiva lo que acababan de vivir, sobre todo Li, que estaba eufórica pues había sido la afortunada que recibió el premio mayor a pesar de su breve pero intenso coito. Fue Sofía la que dijo tras soltar una carcajada:

-Vais a ver la cara que ponen todas cuando les contemos la aventura que acabamos de tener. Lástima no haber hecho un video para darlas envidia.

-Pero, ¿es que vais a explicarlas a todas lo que acabamos de hacer? – pregunto extrañado y un tanto temeroso Apolo - ¿y como lo justificamos?

-Joder, que mejor justificación que decirles que teníamos unas ganas de follar que era imposible contener. – dijo riendo Tere – Yo pienso grabar con mi móvil sus caras, sobre todo las de tu madre y la mía.

Riendo alegres se dirigieron a las cuadras donde tras quitarles las monturas, cepillaron a las yeguas y tras ponerles agua y pienso, se dirigieron a la casa donde les estaban esperando parte de las mujeres que allí se habían quedado.