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Caza mayor en el gimnasio
Fecha: 12/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Gays Autor: Dioni, Fuente: SexoSinTabues30
... quitaron los tenis y los calcetines antes de cosquillearle los pies, uno de ellos se los estuvo lamiendo y chupando y jugando con su lengua entre sus dedos hasta hacerlo retorcerse mientras él disfrutaba del sabor salado de esos entrededos que tanto lo estaban empalmando por el ímpetu con el que se intentaban liberar de su agarre y de las combas (traer lubricante anal parecía buena idea, aunque eso llegaría más tarde, quizás, tampoco querían que los denunciase). Marcos se resistía tanto que temían que fuera a destrozar la máquina y luego a ellos, pero ya no podían ni querían parar. No solo le olieron los sobacos, se los mordieron y lamieron aunque les costó llegar al fondo con la lengua, esos bíceps y pectorales dejaban unos sobacos hondísimos que él intentaba cerrar, pero que la máquina se lo impedía, y al hacer fuerza para conseguirlo, solo conseguía hundirlos más por el hinchamiento de bíceps y pectorales (buff, casi me corro yo escribiendo el relato). A uno de ellos les gustaban depilados y observó que «qué suerte tenemos de que el orco este deskyrim tenga una novia que lo obligue a depilarse», buff «estoy por follarme el sobaco, creo que es tan hondo que me cabe entera, jajaja» “sigue resistiéndote para que se mantengan así de hondos, vaya regalo que me estás dando”. Marcos gritó algo que silenció la toalla. Otros le acariciaban los testículos desde atrás y a través del pantalón de deporte, aún era pronto para destaparlos, el juego debía tener un ritmo lento, no había ...
... prisas, esa presa no se iba a ir a ningún lado. Marcos se retorcía cada vez que lo tocaban, intentando resistirse, pero las combas y el dolor lo mantenían inmovilizado. Negaba con la cabeza e intentaba gritar y quitarse la toalla con movimientos bruscos de cuello, pero la toalla seguía allí ahogando sus protestas. La verdad es que tenía una boca muy activa, ya comprobarían después si lo seguía siendo cuando le quitaran la toalla y se la silenciaran con sus pollas hasta la garganta (todo a su tiempo). Se mostraba agresivo después de cada cosa que le hacían, retorciéndose de repugnancia. Sus músculos se tensaban y su respiración se aceleraba, luchando contra el placer que intentaba invadirlo. Era una batalla interna insoportable que tenía las pollas de los viejos a punto de estallar. Por suerte para ellos, a su edad pueden aguantar hasta el momento exacto y ese momento aún no había llegado, quedaba mucho por hacer, esa bestia aguantaría dando juego mucho más tiempo, no estaban en una película de noventa minutos y él no se iba a ir a ningún lado. Sin embargo, en medio del horror y la humillación, una corriente extraña de placer comenzó a invadirlo. Sus músculos se tensaron, su respiración se aceleró y un calor desconocido se extendió por su cuerpo. Luchaba contra ello, avergonzado de sentir placer en una situación tan degradante, pero su cuerpo parecía tener su propia voluntad (los genitales de este tipo de hombres tienen su propio gobierno y responden a cualquier caricia, ...