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Caza mayor en el gimnasio
Fecha: 12/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Gays Autor: Dioni, Fuente: SexoSinTabues30
... pezones. Después de media hora que a ellos les pareció medio minuto, Marcos gimió ahogadamente, incapaz de contener el placer que lo invadía. Su cuerpo se tensó, sus músculos se contrajeron y un gemido gutural escapó de su garganta. Se sentía avergonzado, humillado y excitado al mismo tiempo. Era una contradicción insoportable. Finalmente, la tensión se hizo insoportable. Marcos gritó a través de la toalla y se corrió con violencia, manchando sus abdominales con su propio semen. Su cuerpo temblaba, exhausto y avergonzado. Los jubilados se alejaron, observando su obra con una mezcla de satisfacción y arrepentimiento. Luego se hicieron fotos en distintas poses con Marcos, chupándole la polla, mordiéndole el cuello, restregando sus pollas contra su culo desnudo en pompa, todo un reportaje que les aseguraría que no los mataría cuando se soltara. Uno, recuperando la compostura, liberó las manos de Marcos de la máquina, resultó fácil porque estaba trucada por ellos para que fuese la trampa perfecta para su violenta presa. «Ya está, Marcos. Ya estás libre», dijo, con una voz suave y culpable, mientras lanzaba una mirada cómplice a los otros viejos. Mirada que entendieron perfectamente, habían visto muchas escenas similares en el porno BDSM y sabían que las piernas seguían atadas y que ellos no se habían corrido, “vaya birria de película” dijo uno de ellos. La ...
... siguiente escena incluía a Marcos con las piernas atadas abiertas como las 8:20 en un reloj de agujas y tumbado bocarriba, le habían desatado las manos solo para tumbarlo en el suelo y continuar con la película. En esta escena, dos le sujetan los brazos abiertos, otros dos le torturan los pezones con sus afiladas dentaduras postizas nuevas (llegó a aparecer algo de sangre) y lo vuelven a masturbar mientras el quinto le folla la boca. Esta segunda masturbación iba a durar más, pero decidieron aprovechar el lubricante anal para estimular la próstata. Bueno, el lubricante no, sino el bote que aprovecharon para masajear la próstata desde dentro. Mientras tanto, se van turnando todos para dejarle en lo más profundo de su garganta un bello recuerdo de la experiencia. Intentaba gritar, pero abrir la boca solo le servía para acoger la siguiente polla mientras los testículos colgantes del viejo le asfixiaban la nariz. De esto también hubo fotos para que mantuviera la boca cerrada cuando ya no estuviera taponada por sus pollas y para asegurarse de que habría otra escena en la que sí llegarían a utilizar el lubricante anal (no le dijeron nada, eso sería una sorpresa futura y no querían hacerspoiler). Marcos, aún aturdido y avergonzado, se liberó de las combas y se vistió. No dijo nada, simplemente los miró con una mezcla de odio y confusión antes de salir corriendo del gimnasio.