-
Caza mayor en el gimnasio
Fecha: 12/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Gays Autor: Dioni, Fuente: SexoSinTabues30
... al fin y al cabo, estos machos son animales al estilo de gorilas afeitados). Uno de ellos, notando la creciente excitación de Marcos, le acarició el pene a través de la tela de sus pantalones. Marcos intentaba alejar el pene de la mano del pervertido, pero no tenía mucha libertad de movimiento por la trampa y las combas y, la verdad es que tenían razón cuando dijeron que al pobre Marcos le costaría mucho manejar semejante cantidad de carne cuando estaba fláccida, “parece que no solo los caballos necesitan mamporreros”, dijo uno y todos rieron, otro añadió que cinco mamporreros tenía esa noche a su disposición. Marcos no sabía lo que significaba mamporrero, pero estaba a punto de descubrirlo a su pesar: uno le desató los pantaloncitos de gimnasio, que no bajaron por el tamaño de sus glúteos (esto les hizo gracia y volvió a empalmarlos). No obstante, antes de bajárselos, quisieron jugar un poco más y otro estuvo jugueteando con su pene por el pernil por el que asomaba mientras Marcos intentaba evitar el agarre con relativo éxito (acababa de darse cuenta de que llevaba todo el día mostrando la punta del glande por debajo del pantaloncito e intento cerrar las piernas sin éxito, “benditas combas” dijo uno de los viejos que se dio cuenta de lo que pretendía Marcos), luego le bajaron los pantalones y liberaron el miembro enorme, que se movía con demasiada libertad porque seguía sin estar erecto. Se bamboleaba demasiado también por los forcejeos que hacía Marcos para evitar ...
... que se lo atraparan, pero las combas hacían que esos forcejeos no fueran más que un juego de sexo no consentido que estimulaba más aún a los viejos, que se lo empezaron a tomar en serio: mientras uno se lo agarraba con una fuerza inmovilizante y lo masturbaba lentamente mientras mantenía sus testículos en la boca (testículos depilados, vaya regalo de la novia del maromo este), otro mantenía su glande en su boca mientras se lo metía más presionando con las dos manos sobre los glúteos, Marcos intentaba sacar su pene de esa asquerosa boca sin éxito por la presión en los glúteos y porque un tercer pervertido le sujetaba los testículos con demasiada fuerza con la mano derecha mientras le sujetaba por el ano con la izquierda (el dedo gordo metido hasta el fondo mientras el resto de la mano abierta se aplastaba contra el perineo, había costado un poco porque ese hetero tenía un ano muy estrecho, pero así era más divertido y había que reservar el lubricante anal para más tarde). Un cuarto pervertido le levantaba el pie derecho para abrirlo más de piernas (como las 8:15 en un reloj de agujas) mientras su lengua disfrutaba de él y el quinto pervertido le sujetaba la cabeza con su entrepierna (huevos reposando sobre la nuca y más que estimulados por los movimientos bruscos de cabeza de un Marcos cada vez más violento, no se cansaba el semental) mientras le torturaba los pezones con pellizcos porque en todas las películas de porno gay los hombres se empalman cuando se les torturan los ...