Madura cornuda follada por su mejor amigo - Relatos Eróticos

Madura cornuda follada por su mejor amigo

... mi marido, aunque después de tantos años y tantas vivencias en común, a Iván no lo cambiaría por nada en el mundo)

- ¿Es una orden?

- Sí, es una orden, desnúdate.

Se quitó la camisa, los zapatos y el pantalón. Se quedó con el calzoncillo. Madre mía, tenía una erección tremenda. Su físico no es espectacular, pero se conserva delgado y siempre he sospechado que tenía un pene ciertamente grande. Sé que no hay necesariamente relación entre tamaño y placer, pero a mí me excita ver penes grandes y siempre que fantaseo con que follo con otro hombre, me imagino que tiene una polla descomunal, en contraposición a la de mi marido, que es bastante normalita.

Nos abrazamos y pegué mi abdomen al suyo, para sentir su erección. Me daba vergüenza que viera mi cara de furcia excitada que se me pone cuando estoy cachonda. En ese momento me bajó la cremallera del vestido y me lo levantó y me lo sacó por arriba. Me quedé con mis zapatos de medio tacón, bragas y sujetador. Yo parecía una putilla, lo cual también me excitaba, y a él parecía ponerle muy cachondo esa situación. Nos abrazamos, nos apretamos el uno contra el otro y entrelazamos nuestras lenguas.

- Vámonos a la habitación, Fe.

Nos tumbamos en la cama y empezamos a meternos mano. Primero tímidamente, en la espalda, las piernas, con acercamientos a nuestros sexos, pero sin tocarlos. Después de 10 minutos, la veda se había desatado. Yo agarraba su pene a través del calzoncillo y lo masturbaba. Él me había bajado una ...

... copa del sujetador y jugaba con un pezón, que estaba totalmente erecto y duro. Llevó su mano a mi culo, primero sobre las bragas y después por dentro.

- Fe, te voy a desnudar por completo.

No dije nada y me dejé hacer. Me desabrochó el sujetador y me quitó las bragas. Mis tetas son pequeñas, aunque con pezones grandes y empitonados, que parece que si se acerca alguien le voy a sacar un ojo.

- Cuando me excito, los pezones se me ponen así- le dije, pues me daba un poco de vergüenza cómo se me ponen. No me gustan nada ni mis pezones ni mi vagina. Son demasiado sexuales, sobre todo cuando me excito.

- Me encantan tus pezones- dijo mientras se los metía en la boca. Los chupó durante un buen rato. Mientras, yo me retorcía de gusto.

Noté que me miraba la vulva. Tengo unos labios demasiado grandes, clítoris muy marcado y salido. Quizás me tenía que haber depilado, pues, aunque en su momento me hice la depilación eléctrica, me quité solo el vello que se ve cuando me pongo un bikini o un bañador, es decir, las ingles y alrededores. Por eso tengo vello púbico solo en el centro del pubis, pero como me depilo poco esa zona, pues no se ve por fuera del bikini, lo tengo muy abundante, a modo de penacho mohicano, según me dijo riéndose el papón de Roberto.

Besó su tripa y acabó con la cara a la altura de mi chumino. Me abrió las piernas. Me dio vergüenza, pues yo, que soy muy sensible para los olores, era perfectamente consciente de que me olía fuerte el coño, no mal, pues me ...