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Bajo Su Mirada III
Fecha: 13/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: luciamg, Fuente: TodoRelatos
... Todo limpio, ordenado… pero con un aire que no era completamente doméstico. Había algo en la atmósfera, como si cada objeto tuviera un propósito más allá de la estética. Lucía caminaba con paso firme, sin mirar atrás. Su coleta se movía con cada paso, y Kira no podía evitar seguir también el movimiento de sus hombros, anchos y firmes bajo la sudadera ligera. Esa silueta era el resumen de todas las noches en que había imaginado tenerla enfrente, y ahora estaba a escasos metros de ella. Pasaron junto a una puerta entreabierta que dejaba ver un salón amplio, con un sofá gris, una mesa de cristal y un ventanal que ocupaba casi toda la pared. La luz entraba tamizada por cortinas blancas, y en la esquina del salón había una estantería baja con libros y algunas plantas. A pesar de lo acogedor del espacio, Kira apenas tuvo tiempo de fijarse: Lucía no aminoró el paso. —Más rápido —dijo, sin girarse. Kira apretó el ritmo. Llegaron al final del pasillo, donde una puerta cerrada esperaba. Lucía se detuvo frente a ella, apoyó una mano en el pomo, y giró la cabeza hacia Kira. Su mirada, directa y fría como un filo, la recorrió de arriba abajo. —Antes de entrar, quiero que recuerdes algo —dijo, en ese tono bajo y medido que siempre parecía contener más de lo que decía—: aquí no eres Gaia, ni siquiera Kira. Aquí eres mía. Y vas a comportarte como tal. Kira sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Asintió. —Sí, Ama Lucía. Lucía sonrió apenas, y abrió la puerta. La ...
... habitación estaba bañada por una luz cálida proveniente de un par de lámparas estratégicamente colocadas. No había ventanas visibles, solo paredes pintadas en un tono crema que absorbía la luz suavemente. El suelo era de madera oscura, y en el centro había una alfombra gruesa. Pero lo que más captó la atención de Kira fueron los objetos: un banco acolchado bajo, un par de argollas fijadas en la pared, una estructura metálica con correas de cuero colgando, y en una esquina, sobre una mesa, un conjunto de accesorios que reconoció al instante. Entre ellos, un collar con una campanilla, unas orejas de tela con manchas negras, un plug con cola postiza y unas pezoneras con ventosas transparentes. Lucía cerró la puerta detrás de ellas y pasó junto a Kira, moviéndose con calma. Tomó el collar y lo dejó colgando de sus dedos. —Hoy vas a aprender a moverte, a respirar y a pensar como mi vaca. ¿Entiendes? Kira tragó saliva, con la vista fija en el collar. —Sí, Ama Lucía. Lucía dejó el collar en la mesa y dio un paso hacia ella, colocándose lo bastante cerca para que Kira pudiera sentir el calor de su cuerpo. Le levantó la barbilla con un solo dedo. —Pero antes… te voy a preparar como corresponde. Con un gesto de la cabeza, indicó hacia otra puerta pequeña al fondo de la habitación. —Ducha. Quiero que salgas sin una gota de perfume, sin maquillaje y con el pelo recogido. Todo lo que lleves encima… será mío. Kira asintió y empezó a caminar hacia la puerta, pero Lucía la ...