Una misteriosa, insólita y sorprendente familia XI - Relatos Eróticos

Una misteriosa, insólita y sorprendente familia XI

... todas formas, tampoco pasa nada si tenéis que dormir desnudas o solo con una braguita, y de paso que les decís a vuestras madres que no vais a dormir, les pedís que mañana cuando vengan a desayunar os traigan alguna ropa. Brindemos por un futuro prolongado, alegre y feliz, y a partir de ahora, todos juntos.

Tras ese primer brindis que todos corearon, fue Paula la que llamo a su madre y le dijo que no irían a dormir, y que al día siguiente les llevasen bañadores para darse un chapuzón en la piscina y alguna ropa para volver después a la casa. Cuando cerro la comunicación, fue Violeta de nuevo la que tomo la iniciativa y le dijo a Justa:

-Has dicho que tenemos que hablar largo y tendido, y todas esperamos impacientes que nos cuentes el motivo por el que has estado en el anonimato y alejada de tus hijas y nietas durante todos estos años. Por lo menos a mí me gustaría saberlo, quizás porque soy la prueba palpable de que eres nuestra abuela biológica, y lo digo por la fotografía que hay en recepción, que confirma que lo que nos contó la abuela Susana es completamente cierto, y que tú eres nuestra abuela materna, aunque no nos hayas parido. Y son tus genes los que tenemos, aunque creo que todas, al igual que yo, nos sentimos tristes por no tener los genes del abuelo Julio.

-Bueno todas no, ya que alguna de vosotras si tiene la suerte de tener los genes del buenazo de Julio. – dijo sorprendiendo a todos Justa, excepto al aludido y a Susana, por la cara de resignación ...

... que ambos pusieron – Ya me ha contado Susana que desde ayer parece que se ha destapado la caja de los truenos y todo el mundo ha confesado sus secretos, y por eso yo también voy a contaros los míos, que no me quiero ir al otro barrio sin contarlos, y aunque tengo escrita una carta para que sea leída en mi testamento en la que confieso todos esos secretos, una vez vista la aceptación de todos a la confesión de Susi, quiero ver vuestras caras cuando los explique, y sobre todo las de mi pareja.

-¿Tu pareja? – pregunto sorprendido Julio – ¿Me has aludido a mí y quieres ver la cara de Susana? Y encima cuentas que Marimar si es mi hija biológica, cosa que habíamos quedado en que eso no se lo diríamos a ninguna.

-Hay cielo, sigues siendo un ingenuo maravilloso a pesar de tus años. – dijo riendo Justa – Quizás yo sea una de las pocas privilegiadas que puede decir mi pareja, pues erróneamente se suele mencionar así al cónyuge, pero yo sí puedo jactarme de que tengo pareja, tu y Susana sois mi pareja, igual que tú y yo somos la pareja de Susana, y ella y yo la tuya. Yo me refería a la cara de los dos.

-En cuando a lo de tu paternidad, es parte de nuestra historia, y como supongo que cuando han venido es porque querían conocer la verdad y estarán dispuestas a escuchar, no les voy a esconder absolutamente nada. – dijo Justa mirando a todos sin dejar que nadie dijese nada – Y ahora es quizás el momento idóneo para que desvele mis más íntimos y misteriosos secretos. Y como no me ...